El rastreo como metodología para el estudio de la fenología de los rastros y su potencial relación con la densidad poblacional del conejo
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El rastreo como metodología en el estudio de especies y poblaciones de mamíferos
Resulta evidente la falta de conocimiento que sobre los mamíferos se tiene, resultado lógico de ser animales esquivos y difíciles de ver. En este sentido hay distintos métodos para verlos, conocer su existencia y estudiar sus poblaciones.
Conocer los rastros de los animales no es
difícil con la bibliografía adecuada y MUCHAS horas de rastreo en lugares
especialmente ricos en fauna y rastros. Los excrementos resultan mucho más
complicados en algunas especies, pero no en otras. Guaridas, marcas o ciertos
tipos de rastros de alimentación y marcas son otros rastros más fáciles de aprender a reconocer.
Presentación
Esta metodología de rastreo pretende
conseguir dos cosas, la primera y más importante es reivindicar el rastreo como
principal metodología de trabajo con los mamíferos. En segundo lugar valores
estadísticos que nos permitan su seguimiento y estudio. Esto último no es fácil con algunas especies, con otras es más sencillo, en unos nos permite un seguimiento puntual, en otros solo sirve a largo plazo.
El conejo es una de las especies que nos permite estudiarlo a través de sus rastros por la cantidad y variedad que nos deja.
1 La metodología aplicada al conejo
2 La Ardilla y las hozaduras del jabalí
3 La metodología aplicada a biotopos
4 Comentarios a cada especie
5 Pros y contras de la metodología
1 El conejo

No se han anotado, esto es importante, excrementos y escarbaduras que se consideraban “viejas”, lo cual a veces puede no resultar sencillo, pues lo que se ha pretendido es tomar datos actuales, una escarbadura puede mantenerse durante meses reconocible si el clima ha acompañado, pero de lo que se trataba era de conseguir datos de lo que estaba pasando en ese momento o en días previos, con los excrementos pasa algo similar pues dependiendo del clima o de si están al amparo del bosque o fuera de él, o de si es verano o invierno un excremento puede parecer viejo o reciente con una enorme diferencia de tiempo.
3 Biotopos
Esta metodología de rastreo pretende conseguir valores estadísticamente comparables para zonas o biotopos y para especies:
El conejo es una de las especies que nos permite estudiarlo a través de sus rastros por la cantidad y variedad que nos deja.
1 La metodología aplicada al conejo
2 La Ardilla y las hozaduras del jabalí
3 La metodología aplicada a biotopos
4 Comentarios a cada especie
5 Pros y contras de la metodología
1 El conejo
El conejo es una
especie que llega a ser extraordinariamente abundante y deja un numeroso grupo
de "tipos" de rastros: huellas, letrinas, excrementos sueltos o en
pequeños grupos, escarbaduras, huras y marcas en la vegetación.
Su etología de
marcaje permite un estudio de sus poblaciones a través del rastreo, gracias a
que diversos tipos de rastros no se ven influenciados (letrinas, escarbaduras y
excrementos sueltos) por el clima o el sustrato, a diferencia de las huellas,
cados excavados, marcas de alimentación o revolcaderos.
Se usa el conteo
de excrementos para hallar densidades de conejos ya que si hay conejos defecan.
Pero el resto de rastros se presentan de forma muy aleatoria y eso los
convierte en un problema a la hora de valorarlos. Incluso teniendo unos valores
comparativos la pregunta sobre la presencia de escarbaduras o el uso de las
letrinas puede tener un componente estacional muy grande, por lo que no sabemos
si los valores obtenidos representan una densidad de conejos o un uso muy
intensivo de una zona concreta en determinadas épocas. Realizar varios
transectos en paralelo ocupando una determinada extensión permitiría evitar
este sesgo.
Rastros no válidos
Las huellas se
ven muy influenciadas por el tipo de sustrato y las condiciones en las que se
encuentra éste en el momento de realizar un transecto. Las marcas en la
vegetación pueden pasar muy desapercibidas y ser confundidas con las de otras
especies. Las huras son fácilmente localizables en unos sitios, pero no así en
otros, por otra parte una hura puede llevar mucho tiempo abandonada y por lo
tanto no ser significativa de la presencia de la especie en ese momento. Además
hay distintas zonas en las que debido al tipo de sustrato el conejo no excava
huras, encamando entre la vegetación espesa, entre rocas o muros de piedra seca.
Estos tipos de
rastros no sirven para obtener unos datos reales de la densidad y la variación
de ésta en el tiempo, ni comparar densidades relativas entre distintas
poblaciones.
Rastros válidos
Las letrinas son
persistentes en el tiempo, aunque no siempre las usan con la misma intensidad,
algo similar ocurre con las escarbaduras, en cambio los excrementos sueltos o
en pequeños grupos tiene una corta duración. Si el conejo desaparece también lo
hacen en semanas o pocos meses las letrinas y escarbaduras, los excrementos
sueltos en un corto espacio de tiempo de días o pocas semanas dependiendo de
las circunstancias. Por lo tanto las letrinas, los excrementos sueltos y las
escarbaduras son tres tipos de rastros que nos permiten conocer, por un lado la
presencia/ausencia en el momento del transecto y por otro una densidad relativa
y ver su evolución en un seguimiento a largo plazo.
Contar solo con
los tipos de rastros "válidos" nos permite comparar zonas y biotopos
distintos, pues estos tipos de rastros no se ven influenciados por ningún
factor que los sesgue, excepto la fenología del marcaje.
Para el
seguimiento de un transecto prefijado en el tiempo y en una zona dada se puede
contar también con los rastros "no válidos", como las huras y las
huellas, ya que las condiciones de
cobertura, sustrato, etc. van a ser las mismas, teniendo en cuenta que las
huellas sí que se van a ver influenciadas por la humedad del sustrato, aunque
este problema se minimiza mucho debido a que las huellas se pueden mantener
durante semanas después de ser impresas, evidentemente esto está muy influido
por el tipo de sustrato y el clima.
Teniendo claro
la utilidad de estos tres tipos de rastros válidos, excrementos, letrinas y
escarbaduras hay otro handicap no menos importante que el tipo de sustrato, la
cobertura o tipos de rastros inadecuados, a la hora de plasmarlos en unos datos estadísticos útiles para el
seguimiento de una población de conejos: su alta o baja densidad de aparición.
O sea, no hay problema en un transecto por una zona con bajísima densidad de
conejo en anotar todos y cada uno de los rastros que aparecen, pero en zonas de
media y alta densidad de conejos es absolutamente imposible. Además la
acumulación puntual de letrinas y sobre todo escarbaduras en determinados
lugares sesgarían excesivamente los datos (aunque esto nos indica el uso que
hacen de su territorio y la mayor o menor querencia por las distintas zonas de
éste). ¿Cómo se soluciona este problema?, una forma sería escoger unos valores
según la densidad de rastros, por ejemplo:
-
1 (baja densidad), 2 (densidad media), 3 (densidad
alta), evidentemente esto se tiene que hacer a ojo y por su propia naturaleza
no permite afinar mucho, además es fácil suponer que para quien está
acostumbrado a altas densidades de conejo “muchos rastros” representa una cosa
distinta frente a quien se mueve en zonas con bajas densidades.
-
2 Otra es parcelar el transecto, por ejemplo echando el
aro de 1 metro
de diámetro en distintas ocasiones y contar excrementos o escarbaduras.
La presente
metodología es una variante del segundo método, se basa en transectos de una
determinada distancia, divididos en tramos de 30 metros y contando con
los rastros presentes en una franja de 5 metros . Pero incluso en un tramo tan corto
como 30 metros
puede resultar costoso contar letrinas y escarbaduras e imposible excrementos
sueltos o en grupos, por lo que la opción es simplificar la toma de datos, de
tal manera que no se cuentan todos los rastros presentes.
Se puede dar un
valor de densidad tipo 1-2-3 en cada tramo de 30 metros. Asignar unos valores
de densidad en cada tramo permitiría estudiar la densidad espacial de los
rastros.
La opción ha
sido tomar nota de todos los “tipos” de rastro que aparecen en cada tramo de 30 metros , pero solo una
vez, o sea en cada tramo como máximo solo se puede anotar 1 letrina, 1 escarbadura
y 1 excrementos sueltos o en grupos= 3 rastros. De esta forma los datos
conseguidos no están sometidos a la aleatoriedad del observador del valor a
elegir, ni a la variabilidad en la densidad espacial.
Sumado el
resultado conseguido en todos los tramos del transecto obtenemos un número dado
de rastros:
- Se pueden extrapolar a una distancia normalizada que permita la
comparación entre transectos de distinta distancia. La distancia más adecuada
parece el kilómetro, por lo que en cada transecto se obtiene un valor de rastros/kilómetro.
Esta distancia
base, 30 metros ,
permite conseguir un valor estadísticamente significativo en el caso de una
bajísima presencia de rastros, evitando que este valor se dispare en las zonas
de altísima densidad. Menos de 30 metros aportaría más datos con rastros muy
escasos y afinar más, pero con rastros abundantes los datos se dispararían. En
cualquier caso la distancia adecuada debe ser testada.
El hecho de
segregar los "tipos" de rastro en vez de anotar una cita de forma
genérica, sea cual sea el tipo de rastro, es importante. Letrinas o
escarbaduras se concentran en determinados puntos del territorio y tiene una
importante función de marcaje, en cambio los excrementos sueltos (o las
huellas) indican zonas de paso, alimentación o concentración de individuos por
cualquier motivo, esto nos habla del uso que del territorio hacen. Una
concentración de letrinas o escarbaduras no tiene por qué ser significativo de
la densidad de conejos a diferencia de los excrementos sueltos (o huellas),
anotar en un tramo cada tipo de rastro y solo una vez ayuda a minimizar el
sesgo que supone una concentración de rastros (letrinas y escarbaduras) o su
dispersión (excrementos o huellas)
Fenología
de los rastros
Un problema
añadido para valorar la aparición de los rastros y por lo tanto plasmarlos en
datos útiles es la fenología de las escarbaduras y el uso de las letrinas.
Letrinas
Es evidente que
si hay conejos defecan, por lo que los excrementos “aislados” pueden, en
principio, ser un indicativo muy válido de la densidad de conejos y esto no
dependería de la época del año, excepto que en las épocas de más uso de las
letrinas defequen menos fuera de ellas y viceversa.
La gráfica muestra un patrón fenológico que se repite con un mínimo al
final de primavera, seguido de un máximo en verano, una leve bajada a final de
otoño y un máximo invernal
Esta gráfica muestra que el aumento de
excrementos aislados va en paralelo al aumento del uso de las letrinas (se han
descontado las letrinas que no estaban en uso pero que sí computan para las
estadísticas de la metodología). Podría ser que en determinas épocas defequen
más en las letrinas, pero en cualquier caso también aumenta la presencia de
excrementos aislados. Por lo tanto tomar
en cuenta cualquiera de las dos opciones: conteo de letrinas o conteos de
excrementos aislados sería igual de válido
Como las
letrinas se mantienen en el campo durante mucho tiempo, las usen o no, es un
rastro en el que la fenología de su uso no tiene importancia para valorar su
presencia. Y como parece evidente por las gráficas el conteo de letrinas o el
de excrementos aislados aportan datos cuantitativos similares en su evolución a
lo largo del año. Hay una premisa a tomar en cuenta: los excrementos aislados
pueden pasar desapercibidos pues no siempre es un “montoncito”, o sea, una
defecación completa, a menudo es un excremento solitario, pero las letrinas que
llevan unas semanas sin uso también pasan fácilmente desapercibidas, así que en
ambos casos puede haber un sesgo.
Escarbaduras
Las escarbaduras
también tienen un importante factor fenológico pues no siempre escarban con la
misma intensidad, por lo que este rastro puede tener un sesgo muy importante en
relación a la densidad de conejos, ya que la misma cantidad de conejos dejan
muchas escarbaduras en una época y muy pocas en otras, e incluso en la misma
época la diferencia de una zona a otra es muy significativa.
Resultados de varios transectos en la misma
zona en enero de 2017 y en un mismo biotopo, los resultados muestran datos muy
dispares
Los tres transectos llevan una dinámica
similar, aunque en ocasiones algo desplazada en el tiempo
y la fenología muestra un máximo invernal,
un mínimo en verano seguido de otro máximo otoñal con una leve bajada previa al
máximo invernal
Entre los datos de los excrementos y el uso
de letrinas apenas hay disfunción siguiendo un patrón similar pero al comparar
los excrementos con las escarbaduras sí que hay una importante
disfuncionalidad, coinciden en el pico de otoño e invierno pero divergen en
verano, lo que parece evidenciar una marcada temporalidad en las escarbaduras
Cuando
realizar los transectos
Al tratarse del
estudio de rastros es imprescindible tener en cuenta el clima previo ya que
fuertes y medianas tormentas prácticamente borran excrementos y escarbaduras
que inmediatamente vuelven a reponer, pero habrá que esperar un tiempo
prudencial de 5 o 6 días.
Trabajo específico que se realizó tras dos
grandes tormentas que borraron todos los rastros excepto las letrinas. La idea
era ver como se recuperaban los rastros en los días siguientes, de los dos
grupos de flechas la primera es el día siguiente a la tormenta y la segunda el
último día de toma de datos, las columnas que están fuera de los grupos de
flechas son las tomas mensuales para comparar
Ejemplo en campo
Se ha realizado
un seguimiento mensual desde enero de 2012 en tres zonas con diferente sustrato,
cobertura y biotopo del prelitoral catalán (Bellvei, Tarragona):
Senda: es un pinar joven pero más o
menos denso y el sotobosque impide ver mucho más allá de la senda. Imposible
para presencia de huellas. 270
metros de transecto.
Pista: Es un pinar con poco sotobosque
que permite ver bien los 5
metros . Sustrato duro que permite alguna huella. 240 metros de transecto.
Vides: Campo de vides que se rotura
regularmente lo que permite ver muchas huellas (si no coincide con una reciente
roturación o alguna labor agraria, cosa que ha ocurrido en varias ocasiones). 480 metros de transecto.
Olivar: Es una pequeña faja alargada
entre el campo de vides y una riera, se encuentra unos 10 metros por debajo del
campo de vides.
El hecho de
haber escogido transectos en el interior del bosque, especialmente el transecto
"Senda", con un sotobosque muy espeso nos habla de una característica
muy especial de esta zona, cual es que los conejos viven en este biotopo, cosa
que no hacen en otras zonas peninsulares o de forma muy puntual.
Entre enero de
2012 y diciembre de 2013 la toma de datos se basó en el tiempo empleado (el
minuto era la base y el valor obtenido rastros/hora) y no en la distancia, a
partir de enero de 2014 se ha utilizado la distancia (30 metros y
rastros/kilómetro), por lo tanto hay algún sesgo entre unos datos y otros. Se
realizaron algunas pruebas y en un minuto a la velocidad de rastreo se
recorrían 30 metros
aproximadamente, por eso se escogió esta distancia base. Por lo tanto los datos
que reflejan las gráficas obtenidos de una u otra forma tienen un sesgo,
mínimo en Senda y Pista y más significativo en Vides, aunque
por diferentes circunstancias, especialmente por la evolución de la densidad a
la baja, este sesgo entre unas tomas de datos y otras ha variado.
En principio se
utilizó el tiempo, 2012-2014 porque en zonas inclinadas el GPS no mide correctamente
la distancia, desde luego en un lugar llano la distancia es mucho menos
aleatoria, pues la velocidad de desplazamiento varia incluso entre el mismo
rastreador de un transecto a otro. A partir de enero de 2015 la toma de datos
se basaba en la distancia tomada con GPS.
Esta metodología
también permite ver la fenología de las escarbaduras o el uso de letrinas,
aunque en las tomas de datos se apuntaban aunque no fueran recientes las
primeras (se obviaron las más viejas que apenas eran reconocibles, cosa que
ocurre en pocas semanas) y no hubiera excrementos recientes en las segundas (no
estuvieran en uso)
Resultados escarbaduras

Resultados letrinas
El número de letrinas es escaso comparado
con otro tipo de rastros, aunque en zonas puntuales se puedan acumular una
cierta cantidad, además a menudo no es fácil saber si está en uso o no, en
verano los excrementos se secan pronto y es más fácil, pero en invierno con la
humedad y el poco sol los excrementos pueden parecen recientes semanas después
de ser defecados, así que los datos de las letrinas tienen algún sesgo. Ocurre
algo similar con los excrementos sueltos y en mucha menor medida con las
escarbaduras, estos dos tipos de rastros son los más abundantes y los más
indicativos de densidad de marcas y, al menos en teoría, de la densidad de
conejos. En general la evolución de la densidad de los excrementos y las
escarbaduras va pareja aunque en momentos puntuales difieran. En el seguimiento
de estos tres años se aprecia un patrón claro tanto en la presencia de
excrementos como en el de letrinas:
- Aumento de rastros desde final de
verano
- Disminución a principios de invierno
- Aumento en invierno
- Descenso final invierno
- Aumento según avanza la primavera
- Leve bajada a principios de verano
antes del aumento
Este patrón no se repite exactamente en las
mismas fechas observándose un leve desplazamiento, presumiblemente esto puede
estar influenciado por el clima, la densidad de conejos o ambas cosas. El año
2015 fue el más seco desde que existen registros y el invierno 2015-2016 batió
el record de días sin lluvia, más de 90, lo que no se aprecia en la gráfica,
hay que tener en cuenta que el año 2014 también fue muy seco. Los datos de 2013
no se han vuelto a alcanzar y la disminución de conejos y rastros es muy evidente
a simple vista.
Resultados excrementos aislados
Rastreos comparativos
Rastreos enero
2017 para ver comparaciones entre el número de letrinas y escarbaduras usadas
en la metodología y las reales. Los excrementos es imposible contarlos por lo
que el dato de rastros/km en excrementos son los datos de toma cada tramo de 30
metros al igual que el dato de rastros/km (en este están incluidos excrementos,
letrinas y escarbaduras conforme a la metodología, 1 cita por tramo). Letrinas
y escarbaduras son todas las que han aparecido en el rastreo.
No se han anotado, esto es importante, excrementos y escarbaduras que se consideraban “viejas”, lo cual a veces puede no resultar sencillo, pues lo que se ha pretendido es tomar datos actuales, una escarbadura puede mantenerse durante meses reconocible si el clima ha acompañado, pero de lo que se trataba era de conseguir datos de lo que estaba pasando en ese momento o en días previos, con los excrementos pasa algo similar pues dependiendo del clima o de si están al amparo del bosque o fuera de él, o de si es verano o invierno un excremento puede parecer viejo o reciente con una enorme diferencia de tiempo.
Distribución espacial y densidades
de letrinas y escarbaduras
Estudio de
distribución espacial de letrinas y escarbaduras de conejo en una zona de
Bellvei y Calafell (Costa de Tarragona). Se ha rastreado una extensa zona (134.145m²) a lo largo del mes de
septiembre de 2014 compuesta
principalmente de campos de vides y en menor medida campos de algarrobos y
avellanos, herbazales, zonas arbustivas y bosquetes de pino carrasco mezclado
con encina, coscoja y vegetación mediterránea, a una altitud de apenas 40 msnm.
Las letrinas se han discriminado en tres tipos por la cantidad de excrementos,
aunque suele coincidir la cantidad de excrementos con la superficie que ocupan
a menudo no hay relación, pues depende del lugar disponible para su ubicación:
Se han
localizado 231 letrinas:
Letrinas
1, contienen varios cientos de excrementos: 92
Letrinas
2, contienen alrededor del centenar de excrementos: 57
Letrinas
3, contienen unas decenas de excrementos: 86
Las letrinas
principales (1) están ubicadas en su inmensa mayoría fuera de los campos de
vides (94%), y en lugares predecibles: encima de montículos de tierra,
escombros o rocas, sobre el suelo en sendas anchas y bordes de campos tanto de
vides como de árboles. Las letrinas intermedias están ubicadas en lugares
similares a las letrinas principales pero en mucho menor porcentaje. Las
letrinas terciarias se ubican en su inmensa mayoría (casi en un porcentaje
inverso a las letrinas principales) en los campos de vides. En alguna ocasión
no está claro si es una letrina o es un acúmulo casual de varias deyecciones.
Resultados letrinas/ha.
Ubicación de las letrinas en los campos de vides
Zona rastreada para la localización de todas las letrinas y escarbaduras
Campo de vides y olivar (parte baja) donde se hace uno de los seguimientos mensuales para la metodología
2 La ardilla y el jabalí
La ardilla
La ardilla es uno de los animales que mejor se presta a ser estudiada con esta metodología en pinares y abetales pues los restos de piñas son fácilmente localizables y no dependen ni de la época, ni del sustrato, ni de la cobertura.
La ardilla es uno de los animales que mejor se presta a ser estudiada con esta metodología en pinares y abetales pues los restos de piñas son fácilmente localizables y no dependen ni de la época, ni del sustrato, ni de la cobertura.
Este trabajo se ha realizado en el pinar de Baronía del mar (Bellvei, Tarragona). Se ha abarcado una gran extensión de terreno, toda similar al estudio del bitopo. En principio de realizaron transectos largos, pero enseguida se vio que en transectos tan largos se pasaba por zonas con abundantes rastros y otras que tan apenas tenían, por lo tanto se afinaba poco. Se pasó a realizar transectos cortos de 5-6 minutos. Con estos tiempos tan cortos, tomar datos cada minuto tampoco permitía afinar demasiado por lo que se optó por tener en cuenta todos los rastros de ardilla, todos eran piñas comidas y solo se tomaron en cuenta las que eran muy recientes, señal de que el animal estaba presente o había estado hacia poco días. Las citas pueden ser un par de piñas aisladas o un comedero debajo del árbol, si los restos de un árbol se juntaban físicamente con los de otro se contaba como una sola cita, por lo tanto se contaba con una distancia de unos pocos metros para diferenciar una cita de otra.
La diferencia entre distintas zonas es enorme, hay transectos con 0 rastros y otros que extrapolados a una hora daban 310. En principio no se ha estudiado detenidamente la cobertura o el tamaño de los árboles, pero no era preciso porque aunque zonas con menos cobertura y árboles más jóvenes tendían a tener menos rastros, muy a menudo esto no se cumplía, las citas numerosas aparecen en caras norte y este y en vaguadas, aunque esto tampoco ha sido del todo determinante, por lo que este asunto no está del todo aclarado.
Los transectos, 43 en total, han sido realizados entre enero y abril, pensando en que las crías del año o no habían nacido o todavía no se habían independizado. 2011 y 2012 fueron años con una sequía muy fuerte por lo que, en principio, la población de ardillas se había reducido, desde luego la presencia de carnívoros bajo notablemente en comparación a 2010. Algunas zonas se han vuelto a rastrear en septiembre, contando con que las crías del año se habrán independizado y por lo tanto la población de ardillas, a nivel de todo el bosque, habrá aumentado. Entre el 16 y el 17 de septiembre se ha revisado la zona que comprendió los transectos 1,7,9 y 15 al 28 en la primera prospección.
4256.67/43= 98.99 DE MEDIA
Por otra parte el seguimiento mensual desde 2012 de los transectos en los distintos biotopos de donde se han sacado los datos de conejo también ha permitido un seguimiento de la ardilla.
Las hozaduras del jabalí
Estos años de seguimiento de los distintos transectos también ha aportado interesantes datos de las hozaduras del jabalí donde se aprecia una fenología otoño-invernal muy marcada en las escarbaduras, podría ser que esto se deba al clima de la zona, pues los veranos son secos y calurosos, aunque el invierno 20015-2016 batió el recordar de más días sin lluvias, algo más de 90, tras haber batido el de año más seco desde que hay registros y aún así los datos de escarbaduras son similares al resto de inviernos, lo que lleva a pensar que puede ser una cuestión estacional más que climática lo que les lleva a hozar en otoño-invierno.
Esta metodología de rastreo pretende conseguir valores estadísticamente comparables para zonas o biotopos y para especies:
1º Un valor para cada zona de estudio
2º
Un valor para cada biotopo
3º
Un valor para cada especie
No es fácil, pues la presencia de una serie de
rastros es uniforme en el tiempo o en el espacio, es decir, van a ser
localizados sin que afecte para ello la época o el sustrato. Esto permite unos
datos más o menos uniformes. Mientras, otros tipos de rastros se ven totalmente afectados
por distintos factores: las huellas por el sustrato y las condiciones de éste o
los excrementos por la época de marcaje. Ambos rastros pueden variar
enormemente su presencia sesgando totalmente cualquier dato estadístico. El
resto de rastros también se pueden ver influenciados por la humanización, la
orografía, la vegetación o la etología.
1º
Rastros localizables no influidos por época o sustrato
2º
Rastros totalmente dependientes del sustrato, época, orografía, etc.
Esto en cuanto a los rastros, pero algo
similar ocurre con las especies, pues no es lo mismo especies con costumbres de
marcaje llamativo frente a las que no o especies de gran tamaño en comparación
con las de pequeño tamaño, pues un jabalí dejará huellas en sustrato duro donde
no las dejará un zorro, garduña, etc.
1º
El tamaño y peso de la especie es determinante en la impresión de la huella
2º
La etología de marcaje de cada especie es determinante para su localización
La metodología que aquí se presenta no sirve por si sola, para una estimación de densidades de población, para ello se requerirían estudios
complementarios y para algunas especies aún así, sería complicado.Sin embargo aporta, dependiendo
de la especie, datos relativos sobre su densidad y sobre todo, sobre su
presencia/ausencia, para lo que sí resulta efectiva, es para trabajos de larga duración
donde si se observaría la evolución en su densidad.
1º
Aportación de datos sobre presencia/ausencia
2º
Datos, relativos, sobre su densidad dependiendo de la especie
3º
Seguimiento de la evolución de la densidad a lo largo del tiempo
La metodología no es adecuada para
determinadas especies por sus características: Tamaño, rastros escasos y/o poco llamativos:
-
Erizos
-
Marmota
-
Comadreja, armiño
-
Gato montés
-
Liebre
-
Lobo *
-
Oso*
- Nutria*
*Estos animales requieren de un tratamiento especial por sus especificidades.
- Nutria*
*Estos animales requieren de un tratamiento especial por sus especificidades.
Algunas especies presentan un problema por la
similitud de sus rastros:
-
Armiño/comadreja
-
Cabra montés/doméstica
-
Gato montés/doméstico, cuando son de similar tamaño
-
Visones/turón
Algunas de ellas tienen metodologías propias
que han sido probadas con buenos resultados:
-
Tejón
-
Nutria
Varias especies dejan rastros llamativos,
pero a menudo están muy influenciados por su etología. En unos casos marcan en
épocas fijas y en otros de forma aleatoria. Por supuesto la presencia de
huellas depende totalmente del sustrato, ambas cosas representan un handicap
para poder comparar datos, pero realizada a largo plazo la metodología es
funcional, en unos casos más que en otros:
-
Garduña/marta
-
Jineta
-
Nutria
-
Tejón
-
Zorro
-
Meloncillo
-
Corzo
-
Ciervo
-
Jabalí
Y para dos especies la metodología es una muy efectiva herramienta de trabajo
-
Conejo
-
Ardilla
Se ha intentado con la nutria comparar la cantidad de rastros con el número de ejemplares sin conseguirlo, pues sus rastros aparecen de forma caprichosa. Esto pasa cuando se trata de una zona y de un estudio pequeño, pero cuando se rastrea una zona extensa (cuenca completa, provincia, región,..) sí que se obtienen datos válidos, como se aprecia en los tres sondeos nacionales u otros a escala más reducida.
El castor también requiere de un trato
específico pues su principal rastro en el valle del Ébro son los árboles
cortados pero no está construyendo cabañas ya que utiliza los montones de ramas
aportados por las crecidas o excava galerías y tampoco puede construir presas
por la dinámica de los ríos donde se ha instalado.
Tanto en los animales que se mueven por
amplias áreas, como los difíciles de localizar los datos conseguidos en un estudio
con la presente metodología resultarían muy escasos y poco significativos (especies algunas,que ya detallamos mas arriba)
1ª
Parte: desarrollo de la metodología
1º
Tipos de rastros
2º
Tiempo de rastreo
2a
Transecto basado en el tiempo empleado
2b Transecto basado en la distancia recorrida
2b Transecto basado en la distancia recorrida
2c Rastreo puntual
3º
Condiciones para realizar los transectos
4º
Anotación de rastros
5º
Tipos de rastros y problemas en su estandarización
6º
Valores estadísticos
6a
Estudio de biotopos
1º
Nº de citas o tiempo/cita
2º
Nº de tipos de rastros
3º
Nº de especies
4º
Suma de datos
6b
Estudio de especies
Ejemplo
práctico 1: biotopo
Ejemplo
práctico 2: especie
6c
Fenología de los rastros
2ª
Parte: comentarios a cada especie y tipo de rastro
A)Especies para las que la metodología es
idónea
B)Especies para las que la metodología es
funcional
C)Especies para las que la metodología es
poco
funcional
3ª
Parte: Pros y contras de los distintos tipos de rastros
Contras
Pros
Comparación
de resultados de distintos tipos de metodologías
4ª
Resumen
Datos
con los que se ha desarrollado la metodología
1ª Parte: Desarrollo de la
metodología
La siguiente metodología se ha desarrollado
basándose en un numeroso grupo de transectos realizados desde 1997 hasta finales de Noviembre de 2013.
El tiempo ideal de realización de esta metodología para unos resultados visibles y claros, es realizar todos los transectos escogidos, cada quince días (dias 1 y 15 de cada mes por ejemplo), durante un año. Sin embargo, dependiendo de las necesidades del estudio o del trabajo en concreto, podrían obtenerse datos válidos, realizándose igualmente dos veces al mes, durante el invierno y el verano (6 meses aprox.) ya que así obtendríamos el máximo nivel de posible marcaje de todas las especies presentes en la zona.
El tiempo ideal de realización de esta metodología para unos resultados visibles y claros, es realizar todos los transectos escogidos, cada quince días (dias 1 y 15 de cada mes por ejemplo), durante un año. Sin embargo, dependiendo de las necesidades del estudio o del trabajo en concreto, podrían obtenerse datos válidos, realizándose igualmente dos veces al mes, durante el invierno y el verano (6 meses aprox.) ya que así obtendríamos el máximo nivel de posible marcaje de todas las especies presentes en la zona.
Los transectos de los primeros años no fueron
desarrollados basándose en la metodología y los datos que se tomaron han tenido
que ser reinterpretados, en los dos últimos años se han desarrollado numerosos
transectos basados en la metodología y de ellos han salido los datos
principales.
La práctica está demostrando que se cometen demasiadas equivocaciones en la interpretación de los rastros, incluso por personal experimentado, por lo que esta metodología requiere un nivel medio/alto de experiencia y sobre todo de conocimientos, para un correcto desarrollo.
La práctica está demostrando que se cometen demasiadas equivocaciones en la interpretación de los rastros, incluso por personal experimentado, por lo que esta metodología requiere un nivel medio/alto de experiencia y sobre todo de conocimientos, para un correcto desarrollo.
La ubicación de los distintos rastros es más
o menos previsible, por lo que en un transecto no se revisa sistemáticamente
todo el terreno si no solo los puntos de posible ubicación de estos rastros. De
esta manera se aprovecha al máximo el tiempo de rastreo y se unifican
resultados en biotopos distintos donde la visibilidad en la distancia, o la
abundancia o escasez de lugares adecuados, representaría un sesgo en los
resultados demasiado grandes.
Se estudiará cuidadosamente la zona para así elegir los transectos más adecuados.
Al repetir un estudio en una misma zona se
realizarán los mismos transectos para que los datos sean equivalentes.
La medida en esta metodología no es la
distancia si no el tiempo empleado, pues la primera no es fácil de cuantificar
en muchos lugares, aunque los GPS sean una gran herramienta, no discriminan
entre terreno llano e inclinado y también tienen un margen de error. Se hizo el seguimiento durante los años 2012 y 2013 teniendo en cuenta el tiempo y durante 2014-2015 la distancia, que ha resultado ser más práctica. El paso tiene que ser un “paseo lento”
mientras se observa detenidamente (1,5 km/h).
Ir mirando detenidamente al suelo permite centrarse en una franja de unos5 metros , aunque veamos una huella o cualquier otro rastro fuera de nuestro transecto y de nuestros cinco metros de amplitud, este no se tendrá en cuenta. Ya que si variamos parámetros establecidos, el estudio completo pierde su validez) Aún desplazándose tan despacio se pierden rastros
sutiles que solo se localizarían parándonos a mirar detenidamente, esto es una
perdida asumible, a cambio de que los transectos sean viables estadísticamente así como en costo de trabajo.
Ir mirando detenidamente al suelo permite centrarse en una franja de unos
1º
La medida es el tiempo
2º
Se anda a una velocidad de “paseo lento”
3º
Se toman datos dentro de una franja de 5 metros
4º Los transectos, se escogerán en función del terreno y de los lugares interesantes.
UNA VEZ REALIZADO UN TRANSECTO POR PRIMERA VEZ NO SE PODRÁ VARIAR. Si de repente un día encontramos un rastro fuera de nuestro transecto habitual, se anotará como dato FUERA DE NUESTRO REGISTRO DE LA METODOLOGÍA
UNA VEZ REALIZADO UN TRANSECTO POR PRIMERA VEZ NO SE PODRÁ VARIAR. Si de repente un día encontramos un rastro fuera de nuestro transecto habitual, se anotará como dato FUERA DE NUESTRO REGISTRO DE LA METODOLOGÍA
Se tomará nota de cada rastro que se
localice, el tipo de rastro que es (huella, excremento, guarida, etc: ver
listado) y el tiempo utilizado, teniendo en cuenta:
1º
Tipos de rastros
2º
Tiempo de rastreo
2a
Transecto
2b
Rastreo puntual
3º
Condiciones para realizar los transectos
4º
Anotación de rastros
5º
Tipos de rastro y problemas en su estandarización
6º
Valores estadísticos
1º Tipos de rastros
En primer lugar se parte una lista de rastros
reconocibles de las especies de mamíferos presentes en la zona de estudio. Solo
indicios claros: huellas, excrementos, camas, guaridas, marcas y rastros
diversos que son perfectamente identificables (ver listado 1), por lo tanto se
parte de rastros reconocibles al 100%, descartando los que son más complicados
y se prestan fácilmente a la confusión.
Datos de un trabajo específico para el
desarrollo de la presente metodología (ver apartado 6b estudio de especies,
ejemplo prácico 1: biotopo) en Bellvei, Tarragona
2º Tiempo
de rastreo
2a Transecto basado en el tiempo empleado
La medida
elegida para esta metodología es el tiempo, frente a la distancia. Esta es
difícilmente medible en muchos lugares, especialmente donde los gradientes de
altura varían, a pesar de los GPS. Tomar el tiempo como medida puede llevar a
grandes diferencias dependiendo del paso del rastreador, pero el hecho de tener
que observar detenidamente el terreno obliga a llevar un paso muy lento,
minimizando el problema. En cualquier caso cualquiera de las dos formas tiene
su error. (Ver apartado 6b Estudio de especies ejemplo práctico 1: biotopo)
El cronómetro
se detiene cuando se localiza un rastro, se analiza el rastro y se anota,
entonces se vuelve a poner en marcha. Por lo tanto el tiempo que cuenta es el
del desplazamiento.
A su vez
ocurre con algunas especies (jabalí, sarrio, ciervo, corzo, conejo y ardilla)
en determinados lugares que el acumulo de rastros es tal, que resulta difícil
diferenciar un rastro del siguiente por lo que la única medida eficaz es tomar
datos cada determinado tiempo, se ha elegido el minuto.Una vez anotado un rastro de un animal (por ejemplo una huella), no se anota otro (otra huella del mismo animal) hasta pasado un minuto de desplazamiento, sin embargo, si se anotaría cualquier otro rastro del mismo.
Ejemplo: En uno de nuestros transectos, un zorro ha estado caminando durante 10 metros por nuestra senda y a cinco metros ha cagado sobre una piedra. Anotaré la primera huella, y volveré a parar el cronómetro a la altura del excremento y apuntaré el excremento, pero no pararé el cronómetro cada segundo y medio para anotar todo el rastro continuo de huellas de zorro.
Ejemplo: En uno de nuestros transectos, un zorro ha estado caminando durante 10 metros por nuestra senda y a cinco metros ha cagado sobre una piedra. Anotaré la primera huella, y volveré a parar el cronómetro a la altura del excremento y apuntaré el excremento, pero no pararé el cronómetro cada segundo y medio para anotar todo el rastro continuo de huellas de zorro.
Se parte de
una duración base en tiempo de 1h., pero es suficiente con 0,30 min. o 0,15 min. en cada
transecto. Este tiempo es suficiente para localizar a la mayoría de las especies
comunes si las condiciones son adecuadas. Permite hacer muchos pequeños
transectos en lugares muy distintos, siempre en biotopos homogéneos, la suma de
todos ellos permite descubrir la mayoría de las especies y su abundancia
relativa.
En lugares humanizados es difícil realizar un transecto de una hora sin verse obligado a moverse en varios biotopos, además hay puntos muy concretos que concentran muchos rastros (orillas con barro, cortados, rodal de vegetación aislado, barranco, etc.), mientras en otros lugares tan apenas se encuentra algún rastro, por su escaso uso o interés para marcar (descampado, bosque joven y homogéneo, monocultivos extensos, et.).
Además un transecto de 0,30 min. de rastreo efectivo en realidad puede durar más de una hora con el análisis de los rastros y toma de datos. En cualquier caso, por experiéncia, creo que el ideal, es 15 minutos.
En lugares humanizados es difícil realizar un transecto de una hora sin verse obligado a moverse en varios biotopos, además hay puntos muy concretos que concentran muchos rastros (orillas con barro, cortados, rodal de vegetación aislado, barranco, etc.), mientras en otros lugares tan apenas se encuentra algún rastro, por su escaso uso o interés para marcar (descampado, bosque joven y homogéneo, monocultivos extensos, et.).
Además un transecto de 0,30 min. de rastreo efectivo en realidad puede durar más de una hora con el análisis de los rastros y toma de datos. En cualquier caso, por experiéncia, creo que el ideal, es 15 minutos.
Tenga la
duración que tenga el transecto los datos se extrapolan a 1 hora.
También
aparecen pequeñas zonas donde se acumulan muchos rastros, por ser zona de paso
o por cualquier otro motivo, en este caso se tratará como un “rastreo puntual”.
Transectos
cortos, 0.15 min., dan como resultado enormes variaciones estadísticas de uno a
otro y por norma no permite encontrar un gran número de rastros, pero las
medias de todos los transectos al final de un trabajo, presentan perfiles muy
cercanos a lo que la experiencia dice que pasa en la naturaleza. Permite también, realizar unos cuantos transectos en una jornada, además minimiza el hecho de que la
abundancia de rastros puede variar enormemente de un punto a otro en transectos
de media hora o más, siendo por lo tanto mucho mas detallado a la hora de captar la variación de densidad de población de un territorio concreto.
1º Por lo tanto los rastreos parten
de una duración base de 1hora. Los valores de los transectos de 30min o de 15 min. se extrapolan por lo tanto.
2º Se toma como unidad de medida el
minuto.
3º El tiempo que se mide es el del
desplazamiento, parando el cronómetro al encontrar el dato, mientras se analiza y se anota.
En la gráfica 1 se puede apreciar como en
media hora de rastreo, en condiciones adecuadas, se encuentran la mayoría de
especies y tipos de rastros. Entre la primera y la segunda hora hay pocas
variaciones y a partir de la segunda leves variaciones, mientras la cantidad de
citas sigue creciendo.
2b Rastreo basado en la distancia recorrida
En este caso, que con la práctica ha resultado más práctico, la base es la distancia y los transectos se dividen en tramos de 30 metros, que es aproximadamente la distancia que se recorre en un minuto a paso de rastreo. Los dos años utilizando el tiempo como base demostraron que por más cuidado que se pusiera había grandes diferencias al recorrer el mismo transecto entre un mes y otro, aunque los GPSs también tengan un cierto error es mucho menor.
Transectos entre 300 y 600 metros son los ideales.
Primera ficha, enero 2014, utilizando la distancia y divididos los transectos en tramos de 30 metros: 1), 2), 3),... y resultados en rastros/km y puntuación/km
2c Rastreo puntual
Existe un
determinado número de lugares, unos predecibles y otros no, con unas
características muy especiales a la hora de rastrear y en las que no es posible
hacer un transecto, por ser un punto de tamaño reducido como es el caso de
muchos puentes rodeados de espesa vegetación pero que alrededor de las zapatas
se acumula barro. Al ser un lugar de paso obligado, algunos puentes acumulan
gran cantidad de huellas después de una bajada del nivel de las aguas, además de ser lugares de marcaje para nutrias y garduñas y de ubicación de letrinas
para la jineta especialmente.
Ejemplos:
Ejemplos:
Debajo de un
puente, por ejemplo, anotaremos como citas distintas los rastros a un lado y al
otro del río, aunque sean de la misma especie y posiblemente del mismo
ejemplar, si el río es pequeño.
El 3-12-07
debajo de un puente sobre el río Corbones (Lora del Río, Sevilla), con apenas 50 metros cuadrados
de tierra entre espesa vegetación aparecieron huellas de zorro, tejón,
meloncillo, erizo y jineta y un excremento de nutria.
En otros
lugares, la acumulación de rastros es tan intensa que no sabríamos por donde
empezar a tomar notas, dados los cientos de huellas que se entrecruzan incesantemente,
este es el caso de las colas de los embalses cuando en verano baja el nivel,
dejando al aire hectáreas de limo o en determinadas playas de limo a la orilla
de grandes ríos después de importantes crecidas y bajadas del nivel.
El 9-2-2001 en
una sima de unos 100ms de diámetro con surgencias de agua salobre que generan
un interesante carrizal de unos 500mts en el barranco de los Lecheros en Alfocea
(Zaragoza) y toda la zona esteparia de alrededor se localizaron dos rastros de
huellas, 4 bañeras y un rascadero de jabalí, huellas de zorro, gato montés,
garduña, tejón y excrementos de zorro y garduña.
En Julio de
2002 en una sauceda del pantano de la
Peña en Artieda (Huesca), durante un curso, se localizaron en
200 metros
lineales varios rastros de huellas de ardilla, muchas huellas de garduña,
jineta, tejón, zorro, nutria, jabalí y ciervo, además del esqueleto completo de
un corzo.
Al sur de Coca (Segovia) en un curso con la escuela taller de Coca se encontró un cortado calizo donde se localizaron huellas de garduña, zorro, corzo y jabalí, excrementos de garduña, zorro, jineta, corzo y jabalí, zorreras, tejoneras, una cama de tejón y camas de jabalí, marcas en suelo de jabalí y en árbol de corzo y jabalí.
Al sur de Coca (Segovia) en un curso con la escuela taller de Coca se encontró un cortado calizo donde se localizaron huellas de garduña, zorro, corzo y jabalí, excrementos de garduña, zorro, jineta, corzo y jabalí, zorreras, tejoneras, una cama de tejón y camas de jabalí, marcas en suelo de jabalí y en árbol de corzo y jabalí.
También
interviene la etología de la especie, así el conejo concentra escarbaduras y
letrinas en lugares concretos, el corzo gran cantidad de marcas en árbol o el
castor árboles cortados.
La nieve o la
arena permite ser tratada como un transecto, pero en algunas zonas será tratada
como “rastreo puntual” y solo se podrá comparar con otros transectos o rastreos
puntuales también realizados en nieve o arena.
Los cortados,
especialmente los calizos, son otros puntos calientes para el rastreo. El pie
de estos lugares se suele encontrar rodeado de espesa vegetación ya que
normalmente no hay usos humanos debido al peligro de desprendimientos. Camas de
jabalí, zorreras, tejoneras, letrinas de jineta, garduña y al ser lugares de
paso excrementos y huellas de zorro, garduña, jabalí, ciervo...
Estos puntos se tratan a parte de los transectos, como “rastreo puntual” o checkpoint, los resultados estadísticos de estos puntos son solo comparables con otros rastreos puntuales. Este rastreo puntual puede durar 5 minutos o media hora y recorrer10 metros o 100, esto
depende de las circunstancias, pues solo interesan los tipos de rastros y las
especies.
Estos puntos se tratan a parte de los transectos, como “rastreo puntual” o checkpoint, los resultados estadísticos de estos puntos son solo comparables con otros rastreos puntuales. Este rastreo puntual puede durar 5 minutos o media hora y recorrer
Si uno de
estos puntos calientes aparece en medio de un transecto, nos detenemos, se
realiza el rastreo puntual del mismo y después, se continúa con el transecto.
3º
Condiciones para realizar los transectos
Los transectos
deben realizarse en biotopos homogéneos.
Siempre por
pistas, senderos, sendas; orillas de ríos, lagunas y embalses practicables (no zonas enmarañadas); rieras, cortafuegos, etc., que son los lugares con mayor
concentración de rastros.
Los transectos
deben realizarse a partir de 2-3 días posteriores a una lluvia para una adecuada presencia
de huellas. La duración de las huellas al aire libre depende de distintos
factores pero es raro encontrar huellas más allá de 3-4 semanas tras la lluvia,
especialmente donde no hay buen sustrato. Casi siempre se puede encontrar
alguna huella, haya llovido o no, especialmente dentro de túneles, cuevas o
debajo de entrantes en cortados o puentes, lugares donde se acumula polvo fino
o barro protegidos de las inclemencias del tiempo. Pero el número de huellas encontradas puede variar de un 100%, en un suelo húmedo adecuado, al 0% de rastros, en un suelo seco o inadecuado.
Es un rastro
esencial y abundante en periodos húmedos, por lo que rastrear en tiempo seco es
una perdida de tiempo y de datos básicos, excepto en sustratos tan adecuados como escasos en la península, como la arena o la nieve, donde la diferencia de aparición de huellas no varía excesivamente entre un
sustrato húmedo y uno seco.
En general, por tanto, tendremos en cuenta que tras una época de lluvias, las huellas permanecen durante semanas, por lo que el período de rastreo no se limita únicamente a los 2-3 días posteriores.
En general, por tanto, tendremos en cuenta que tras una época de lluvias, las huellas permanecen durante semanas, por lo que el período de rastreo no se limita únicamente a los 2-3 días posteriores.
Datos de
un estudio en el galacho de Juslibol para el ayuntamiento de Zaragoza:
El rastreo
1 se hizo en la dehesa de Miranda el día 21-4-2001, el 2 en el barranco de los
Lecheros el 3-4-2001. Ambas zonas son barrancos esteparios con agua permanente
salada y distan 3
kilómetros en línea recta. Hay 7 especies presentes, las
poblaciones de conejo en el momento del rastreo eran escasísimas
En ambos casos han aparecido huellas y excrementos. En el 2 había
mucho barro, lo que explica la abundancia de huellas, y se localizaron solo 2
excrementos frente a los 11 en el 1.
Análisis de distintas situaciones “3”-“4”-“5”
Partiendo de estos dos rastreos podemos analizar las distintas
situaciones que se pueden dar (son situaciones simuladas partiendo de los dos
transectos): sin huellas ni excrementos 3, con huellas y excrementos 4
y transectos como el 5 no son habituales, pero ocurren de vez en cuando.
Por lo tanto rastrear con el sustrato en
las condiciones adecuadas para la presencia de huellas es fundamental, un
aporte de datos por encima de cualquier situación que impida encontrar el resto
de rastros.
Datos de un trabajo específico para el
desarrollo de la metodología en Bellvei (Tarragona) Se escogieron tres
transectos que se han repetido en numerosas ocasiones a lo largo de 2012 y
2013. Dos de los transectos tienen un sustrato imposible para las huellas,
excepto para el jabalí y algo para el conejo y solo poco tiempo después de una
lluvia, el tercero es un campo de vides que se rotura regularmente, por lo que
el sustrato es excelente incluso semanas después de la lluvia, ya que las
huellas se conservan durante mucho tiempo.
La nieve aporta muchas huellas, pero borra otros rastros
importantes. Algo similar pasa con la arena. En estos dos biotopos la presencia
de huellas es masiva frente al resto de biotopos, por lo que difícilmente son
comparables. En arena y nieve es donde el tomar datos cada minuto es
fundamental por la concentración de huellas que se pueden dar.
No se pueden tener en cuenta lugares similares como son las
enormes extensiones de barro de los embalses, pues aunque en ellos se
encuentran muchas huellas de unas determinadas especies, no aparecen otras, que
aunque viviendo en la zona evitan espacios tan abiertos y desprotegidos. En
este caso solo se revisarán los bordes el ecotono entre el final del pantano y
el comienzo del entorno.
4º Anotación
de rastros
Es muy difícil
dar un valor a los rastros, pues mientras unos tipos de rastros aparecen de una
forma homogénea, otros dependen de distintas circunstancias como la época, el
sustrato o la especie. Los rastros abundantes como las hozaduras del jabalí,
los excrementos de zorro, garduña o nutria (especies que marcan con los
excrementos), las huellas donde hay abundante barro o las marcas de conejo o en
árbol del corzo representan porcentajes altísimos sobre el total de rastros,
además en algunos casos solo de forma puntual. En un recorrido dado pueden
aparecer 12 excrementos de zorro y dos meses más tarde uno, si hay barro 20
huellas, sin él 1.
Pero también hay
problemas puntuales que complican la estandarización de los datos, por lo que
se tendrán en cuenta distintas indicaciones.
Como hemos comentado en el apartado anterior, la nieve
aporta muchas huellas, pero borra otros rastros importantes, al igual que la arena.
1) Se toma nota de
cada cita y del tipo de rastro encontrado, huella, excremento, guarida, etc.
2) Se toma cita de
rastros distintos de un mismo animal aunque estén juntos: una huella cerca de
un excremento y una guarida cuentan como tres citas. En el caso de una
escarbadura solo se cuenta esta y no la huella o el excremento que le acompañe,
pero en la ficha se anota “Escarbadura/huella” o “Escarbadura/excremento”. Lo
mismo en cualquier circunstancia similar como una zorrera con huellas del
animal, un excremento donde se ha dejado una huella al depositarlo, etc.
3) Las
escarbaduras del conejo, del zorro y del tejón solo se anotarán en el caso de
que estén acompañadas de una huella, o un excremento que
asegure su autenticidad, aunque las escarbaduras de conejo son más fáciles de diferenciar.
4) Las marcas en
árbol del corzo pueden ser un problema, pues llegan a ser extraordinariamente
abundantes. Se tendrán en cuenta solo las marcas de menos de un año, al igual
con el ciervo o el jabalí y en el caso del jabalí solo los rascaderos en uso y aunque se anoten como escodaduras o
marcas (teniendo en cuenta que ambas son marcajes territoriales) en la ficha,
ambas cuentan como “árbol”. Se anotan árboles aislados o grupos de árboles en
caso de estar juntos como una sola cita, tantas citas como árboles aislados o
pequeños grupos aparezcan en el transecto. Las marcas de alimentación de los
ungulados no son fáciles de reconocer por lo que se pueden obviar.
5) En las épocas
que garduña, nutria, marta y zorro marcan con excrementos pueden aparecer
muchos en un corto recorrido, se anota una cita por cada excremento o grupo de
excrementos localizados, teniendo en cuenta el minuto como base.
6) El jabalí
también representa un problema cuando se dedica a escarbar frenéticamente y
aquí no valen rastros distintos cuando aparece un prado labrado de arriba a abajo. Dentro de lo posible se anotarán escarbaduras aisladas o grupos de
escarbaduras como una sola cita. Lo mismo ocurre con el conejo. En el caso del
jabalí se anotarán las hozaduras como suelo y las bañeras aparte. Y las bañeras
más o menos recientes.
7) La ardilla es
otro animal que puede dejar muchos rastros en años en que son abundantes.
El hecho de
ser un transecto tan corto permite estimar, por la experiencia, que si aparecen
un cierto número de tipos de rastros y de especies, por encima del número de
citas, en un transecto la zona es más o menos rica en mamíferos, esto lo
confirman o no los transectos posteriores, por eso es tan importante que se realicen durante un largo período de tiempo.
5º Tipos de
rastro y problemas en su estandarización
Un sustrato
adecuado puede ofrecer cientos de huellas mientras uno inadecuado ninguna, de
la misma forma una cobertura escasa de vegetación permite ver muchos más
rastros de todo tipo que una espesa, representando ambas cosas un problema a la
hora de conseguir unos datos estadísticos comparables entre distintos trabajos.
Aunque sí que puede servir cuando se comparan trabajos con sustratos o
coberturas similares.
Se podría
partir de una escala de cuatro valores para el sustrato:
1, sustrato adecuado con abundante
barro húmedo y que permite reconocer incluso las huellas más pequeñas.
2, sustrato semiadecuado debido a la
falta de humedad, sustrato duro, de hierba o con hojarasca, pero con abundantes
puntos de barro.
3, sustrato poco adecuado con escasa
presencia de puntos de tierra o tierras duras y secas, las huellas son escasas.
4 Sustrato nada adecuado donde la
presencia de huellas es testimonial y generalmente solo de especies grandes y
pesadas.
Como con las
huellas con la cobertura se podría partir de una escala de tres valores en
cuanto a la espesura del sotobosque y por lo tanto la visibilidad: A, con un
valor máximo de visibilidad, B con una escasa visibilidad más allá del
camino y C prácticamente, solo se ve el sendero.
El sustrato es
mucho más determinante que la cobertura, el primero afecta a las huellas (que
pueden llegar a ser muchas), mientras el segundo solo afecta a guaridas o
camas, restos de alimentación y a un porcentaje relativo de marcas
territoriales, rastros que en conjunto son escasos.
Sería preciso
realizar estudios específicos para ver que influencia tienen en los datos la
cobertura y el sustrato y desarrollar una fórmula que nos permita comparar
estudios con ambos valores diferentes.
Huellas
Todas son
reconocibles (con la experiencia y conocimientos adecuados), pero las diferencias entre visones y turón no son nada claras,
así como entre armiño-comadreja y cabra montés-oveja-cabra doméstica. También
es muy fácil confundir a una comadreja con una rata y aunque las huellas
ideales de gato, garduña, jineta y meloncillo sean muy distintas, en la
práctica se las confunde muy a menudo. Tampoco es posible diferenciar las
huellas de un gato montés de las de uno doméstico, excepto que la huella sea muy grande. Hay que tener práctica para diferenciar un zorro de un perro y no
parece posible diferenciar a este del lobo.
También es
necesaria la prudencia con las huellas de ungulados.
Si el sustrato
es de tierra y ha llovido hace una semana se encontrarán muchas huellas, que
pueden llegar a representar el 100% de las citas de un rastreo, incluso aunque
el sustrato no sea adecuado. Si el sustrato es malo y hace dos meses que no llueve puede ser
imposible encontrar una huella, pero si el sustrato es bueno incluso en épocas
secas se pueden encontrar huellas. A parte de si llueve o no existen una serie
de lugares donde siempre es posible encontrar huellas: acequias, entrantes al
pie de los roquedos, entradas de cuevas, etc.
Tampoco las huellas representan la realidad de las distintas especies, pues hay animales que aún siendo abundantes no dejan tan apenas huellas, caso del erizo, el gato montés o la comadreja. Y la huella de un jabalí, por ejemplo, por peso y tamaño es más fácil que quede impresa y ser localizada que la de un corzo, o la de un tejón frente a la de una garduña. Por lo tanto el tamaño del animal es bastante determinante para localizar sus huellas.
Tampoco las huellas representan la realidad de las distintas especies, pues hay animales que aún siendo abundantes no dejan tan apenas huellas, caso del erizo, el gato montés o la comadreja. Y la huella de un jabalí, por ejemplo, por peso y tamaño es más fácil que quede impresa y ser localizada que la de un corzo, o la de un tejón frente a la de una garduña. Por lo tanto el tamaño del animal es bastante determinante para localizar sus huellas.
Las huellas
son, aproximadamente, el 27% de los rastros del erizo, el 28% de la comadreja,
el 30% de la garduña, el 55% del zorro, el 81% de la jineta y el 27% del
jabalí,... Pero en un sustrato adecuado después de las lluvias pueden
representar porcentajes altísimos.
Excrementos
Los de las
especies que marcan (armiño, ¿visones?, garduña, nutria, zorro, lobo)
representan un problema a la hora de darles una valoración, pues no marcan
siempre con la misma intensidad. Los trabajos realizados muestran que tienen
más tendencia a marcar en determinadas épocas, pero esto solo son tendencias
estadísticas y no es posible valorarlo en un transecto a priori. Pero
representa un grave problema pues en un transecto dado se pueden localizar 12
excrementos de zorro y dos meses más tarde en el mismo sitio 1 y todos
pertenecen al, o a los mismos zorros.
Los
excrementos del gato montés requieren especial cuidado por que se le está
confundiendo con mucha facilidad con el zorro.
Las especies
que tienen letrinas (conejo, liebre, marmota, jineta, meloncillo, lince, gato,
garduña* y tejón) no representan un problema estadístico, pues estas letrinas
se mantienen durante mucho tiempo aunque no se usen. En el caso del conejo
parece evidente que las letrinas y los excrementos sueltos son dos rastros
distintos.
* Extremadamente difíciles de encontrar.
El resto de
especies, que dejan sus excrementos en cualquier lugar, tampoco representan un
problema estadístico, más allá de ser identificados.
Árbol
Los árboles
pueden ser marcados por distintos motivos y no siempre es fácil saber porqué.
Las marcas de
roer la corteza son fácilmente reconocibles entre los ungulados o lagomorfos,
aunque son rastros que rara vez aparecen y no son muy significativos
estadísticamente, y en muchos casos no es posible diferenciar, o al menos
requiere mucha práctica, la especie. Por los tanto es mejor no contar con
ellos.
Los arañazos
del gato, como todos sus rastros, es muy difícil asignarlos a uno doméstico o
casero.También el tejón araña árboles pero esto es muy raro de encontrar.
Las marcas del
corzo, ciervo, jabalí y oso son las únicas marcas realmente características y
aunque las realizan en determinadas épocas las marcas se conservan muy bien
incluso durante años. Las marcas del jabalí y el ciervo son representativas de
la abundancia o no de ejemplares, el corzo, especialmente deja muchísimas
marcas.
Conviene
diferenciar entre marcas antiguas y recientes, una escodadura reciente nos
habla de la presencia de corzo en los alrededores, pero una del año pasado no
es prueba de su actual presencia y por lo tanto,no se anota.
Por lo tanto a
la hora de anotar las citas de marcas en árbol se anotarán las
“recientes”.
Guaridas
Solo se toman
en cuenta las de las especies que realizan algún tipo de trabajo para construir
su encame: liebre y jabalí como encames y conejo, zorro y tejón como encames
escarbados en tierra. Los nidos de la ardilla son difícilmente localizables.
El resto de
especies se encaman en cualquier lugar sin ningún trabajo previo, encames que
pueden ser localizados pero que no son fáciles de asignar, algún pelo, el
tamaño de la cama, etc pueden ayudar.
En el caso de
las madrigueras excavadas, zorro, marmota, conejo y tejón no se toman en cuenta
para los datos estadísticos si están en desuso.
La
localización de estos rastros también se ve muy afectada por las circunstancias
externas, aunque no en todas las especies. Donde la naturaleza está bien
conservada y los animales tienen donde elegir es difícil localizar una tejonera
o una zorrera, en cambio en un lugar humanizado como el valle del Ebro es muy
fácil. Pero a la vez tanto el zorro como el tejón e incluso el conejo encaman a
menudo al aire libre entre zarzales o cañaverales y el jabalí encama por ejemplo, entre maizales.
En el estudio
de Juslibol se localizaron 2 zorreras y 4 tejoneras en 14,30 horas de rastreo
(3 de ellas estaban cercanas, por lo que podrían contarse como un conjunto),
ninguna en Canfranc en 14,20 horas.
La diferencia
de localización de encames o guaridas excavadas en distintos biotopos no
permite unos datos estadísticos comparables entre biotopos distintos, pero al
igual que las huellas, en biotopos similares si que permiten una comparación.
Suelo
Las marcas en
el suelo son muy variadas, pero no es fácil diferenciar escarbaduras de
distintas especies o por lo menos se necesita mucha experiencia. Las del conejo
sí que son suficientemente características. No contar escarbaduras de zorro y
tejón, a menos que no vayan acompañadas de una huella o excremento.
Sí que es
fácil reconocer las bañeras del jabalí, las del ciervo y los arañazos del lobo,
así como las hozaduras (raíces de pino, bulbos, animales, etc.) del jabalí,
cosas que aunque no hace a lo largo de todo el año, el rastro que deja dura
mucho tiempo.
Tanto oso como
jabalí levantan piedras en busca de pequeños animales, donde solo vive el
jabalí se le puede asignar esta labor, en cualquier caso es un rastro
anecdótico.
Ejemplares
Cuando se
rastrea no es fácil ver mamíferos, para verlos hay que dedicarse
específicamente a ello. Pero aún así de vez en cuando se sorprende a uno
distraído o se les encuentra muertos.
En el caso del
conejo si que pueden ser representativos unos datos en base a ejemplares
avistados a lo largo de distintos transectos, especialmente cuando no es
escaso.
Liebre,
marmota, sarrio y corzo también son especies relativamente fáciles de ver,
aunque siempre representan valores bajos en las citas totales.
Para obtener
unos datos estadísticamente representativos y comparables entre distintas zonas
en el caso de la liebre y el corzo se podrían realizar un grupo numeroso de
transectos específicos, centrados en la observación de ejemplares, para obtener
un mínimo de datos, pero esto ya entra dentro de otras metodologías de censo.
El corzo se
presta muy bien para estudiarlo con esta metodología de rastreo.
La marmota por
su diurnidad permite obtener unos datos relativamente numerosos y
estadísticamente bastante comparables a lo largo de un transecto normal.
En el caso del
sarrio cabe distinguir entre la población que se mueve por el bosque y la que
se encuentra en la pradera alpina donde resulta fácil de observar incluso a
larga distancia. Por lo tanto no son comparables los avistamientos entre la
pradera y el bosque.
A lo largo de
un transecto o de varios en la misma zona cabe que se observen los mismos
ejemplares de sarrios, corzos o incluso alguna liebre en varias ocasiones, en
algunos casos se pueden diferenciar distintos ejemplares, pero en otras no. Por
lo tanto y asumiendo este problema las citas de avistamientos se anotan todas y
se suman a los datos estadísticos
El resto de
especies se deja ver poco y son datos muy poco significativos.
En cualquier
caso cuando se mira al suelo es difícil ver animales, por lo que los avistamientos
son anecdóticos con esta metodología.
Otros
Sendas, restos
de alimentación y otros rastros difíciles de clasificar no resultan útiles. La
ardilla es la única especie en la que sus restos de alimentación son
prácticamente el 100% de las citas. Los restos de alimentación de la nutria
también son fácilmente reconocibles en muchos casos, pero cuidado con los peces
que comen otras especies, tanto aves como mamíferos, que han quedado en
pequeños charcos después de bruscas bajadas del nivel de grandes ríos. Lo mismo
ocurre con los cangrejos.
También
resulta reconocible el tobogán de la nutria.
6º Valores estadísticos
6a Estudio de biotopos
Un o unos
rastreos puntuales pueden ofrecer datos totalmente sesgados de las especies y
su abundancia o no en un biotopo dado, en este sentido una metodología de
rastreo no serviría de mucho para este fin, pero cuando repetimos ese rastreo
regularmente y a lo largo del tiempo la cosa cambia y esta metodología, como
mínimo es tan efectiva o no como cualquier otra. No en vano se discute
constantemente sobre los errores de todas las metodologías, pero mucho más
barata y menos costosa en esfuerzo.
Pero una cosa
es un rastreo en el tiempo en un lugar y un biotopo concretos y otra es poder
comparar biotopos distintos. Esto le resulta mucho más complicado a esta
metodología, pues es difícil comparar un biotopo con un sustrato adecuado
frente a otro inadecuado, lo que influye notablemente en la presencia de
huellas, o un lugar con una cobertura vegetal densa, que nos impide ver más
allá de pocos metros, a una zona esteparia, o zonas con distintas especies
donde unas dejan muchos rastros vistosos, caso del corzo, jabalí o conejo
frente a otras que pasan mucho más desapercibidas. Creo que con los estudios
adecuados se podría afinar, por ahora es efectiva la metodología para comparar,
a parte de distintos rastreos en un mismo lugar, biotopos similares y con las
mismas especies.
A más rastros,
más ejemplares, teóricamente, pero un solo ejemplar ¿cuantos excrementos, huellas
o marcas en un árbol, caso del corzo, o en el suelo caso, del jabalí, puede
dejar?, muchos. De la misma forma unos rastros son más fáciles de localizar que
otros o el mismo tipo de rastro en una especie que en otra o en un biotopo que
en otro...
Esta diferencia
del valor “real” de los rastros hace difícil darles un valor estadístico y cada
especie requiere un trato específico.
Se tomarán en
cuenta todos los transectos incluso los de resultado negativo para la media de los distintos
datos estadísticos.
No todos los
rastros se llegan a clasificar, especialmente escarbaduras y excrementos, pero
también algunas huellas o marcas en la vegetación, por lo tanto aun sin saber
la especie indica la presencia de uso por parte de los mamíferos salvajes.
Estas citas indeterminadas se suman al cómputo total.
Como se ha
comentado antes y por todo lo expuesto en distintos apartados si limitáramos
los datos estadísticos a las citas sería un problema, por lo que las citas, por
sí solas, no son representativas en muchas ocasiones.
Para conseguir
un valor estadístico representativo y comparable se pueden tomar en cuenta
distintos datos:
1º Nº de citas
2º Nº de tipos de rastros
3º Nº de especies
4º La suma de los anteriores
1º Número de citas, o su
equivalente: costo en tiempo de cada cita
Un valor que
muestre la abundancia de mamíferos se puede basar en el tiempo que cuesta
localizar una cita, pero en sustratos buenos o malos de cara a encontrar huellas,
la diferencia de marcaje por el zorro, nutria y martes (al ser especies
presentes en el 100% del territorio y abundantes) o marcas tan abundantes como
las del corzo en árboles o el jabalí en suelo, suponen un gran problema, pues
disparan al alza o a la baja los datos de costo Cita/tiempo y no representan la
riqueza de mamíferos, el resto de rastros está mucho menos influenciado por
factores externos o temporales.
Si se realiza un número elevado de transectos a lo largo de un año (consiguiendo, a su vez, un elevado número de citas) el Nº de citas o el tiempo/cita es mucho más representativo.
En el siguiente cuadro se aprecia como en la
estepa cuesta 7 minutos 30 segundos encontrar un rastro debido a que no
apareció más que 1 huella, en cambio en Borja con bastantes excrementos y
huellas solo 2 especies dan un tiempo de 5 minutos por cita, muy inferior a la
estepa que en cambio es más rica en especies. Entre paréntesis citas
extrapoladas a 1 hora.
Si se realiza
un número elevado de transectos a lo largo de un año (consiguiendo, a su vez,
un elevado número de citas) el Nº de citas o el tiempo/cita es mucho más
representativo.
2º Número de tipos de rastros
encontrados
El número de
tipos de rastros distintos localizables en un transecto de media hora es muy
limitado, mientras las citas pueden ser muy numerosas, aunque a veces puedan
corresponder. Encontrar varios tipos de rastros (huellas, excrementos, marcas
en árbol y en suelo y guaridas de distintas especies, por ejemplo) es
significativo de riqueza, pero no siempre. En ocasiones un transecto con pocas
citas puede contener muchos tipos distintos de rastros casualmente, de la misma
forma que pueden haber muchas citas con pocos tipos de rastro, por ejemplo solo
huellas y excrementos.
Anotar los
tipos de rastros ayuda a minimizar la gran variación que pueden tener las
citas.
En ocasiones
el número de citas o el número de tipos de rastros pueden resultar,
casualmente, significativos por separado, pero solo es casual.
El número de
citas y el de tipos de rastros es indicativo de la utilización de la zona.
3º Número de
especies encontradas
El número de
especies es representativa de la variedad, pero no de la cantidad de
ejemplares, por lo tanto solo permite encontrar un valor de “riqueza” en
especies. Puede representar una riqueza de mamíferos en un transecto dado, pero
las especies serán similares en todos los transectos que realicemos en la misma
zona dentro de un trabajo y por lo tanto los datos de especies se estancan en
comparación con el de citas.
4º Suma de datos
¿Cual de los datos
refleja la riqueza de un biotopo, en especies y en abundancia?, ninguno por sí
solo, el dato de especies es el más real, pero solo de la variedad de especies
presentes, no de la querencia y uso de la zona de estudio ni de la riqueza de
ejemplares que lo aportarían las citas y los tipos de rastros.
Los tres
valores: especies, citas y tipos de rastros, sumados representan la riqueza
total de la zona estudiada.
Se DEBEN, por tanto sumar los tres valores para obtener una puntuación para cada transecto, y
promediar los resultados de todos los transectos de un estudio concreto.
Pero esto solo
vale para un transecto y cuando hay la suerte de que los resultados reflejan la
realidad, cuando hay que sumar 10 transectos para conseguir la puntuación de
una zona las citas se disparan frente a los tipos de rastros y las especies,
segando totalmente los datos. En el cuadro 7 en el 4º transecto ya se han
localizado el total de especies localizadas en todo el trabajo, por lo tanto el
valor 5 se mantendrá en adelante. En tipos de rastros a partir del transecto 5
poco más evolucionarán. A partir de aquí las citas marcarán un valor cada vez
más sesgado.
Para evitar el sesgo de las citas, hay que sumar las especies y los tipos de rastros de cada transecto.
No siempre se
van a poder realizar la misma cantidad de transectos en cada biotopo distinto
por lo que no se podrán comparar los datos totales, extrapolándolos a 1 hora, nos permite obtener un dato
comparable.
Entre paréntesis, media extrapolada a una hora
En la EXPO había 7 especies presentes en este momento,
la nutria ha aparecido posteriormente. Las especies que no se han localizado
han sido el erizo y la comadreja, por lo tanto las localizadas suponen el 71,4%
En esta zona las especies presentes son 10
(contando marta y garduña como una por la similitud de sus rastros, lo mismo
pasa con armiño y comadreja), no se ha localizado al armiño, tejón, liebre y
garduña. Esta última sorprendentemente, pero ni estaba marcando en este
momento, ni se localizó ninguna huella, por
lo tanto se han localizado el 60% de las especies presentes. Esta zona es mucho
más rica de lo que expresan los datos, pero ocurrió que el sustrato estaba seco
y no se localizó ni una sola huella en ningún transecto y ni zorro, ni garduña
estaban marcando, ambos hechos suponen una merma de citas importantísima. Este
es el problema de unos transectos en un mismo tiempo, realizar distintos
transectos a los largo de varios meses minimiza este problema.
La zona esteparia corresponde con el transecto que aparece en el apartado “Tiempo de rastreo” ficha 2, una zona con todos los conejos del mundo.
6b)
Estudio de especies
Si se puede rastrear un biotopo o una zona
que albergue varios biotopos y le podemos asignar una puntuación que represente
su riqueza en mamíferos, también podemos asignar esa puntuación a cada especie
y compararla en distintos biotopos y lugares. A la hora de comparar biotopos
distintos con especies distintas, que dejan una cantidad de rastros distintos
sumar varios datos nos permite acercarnos a la realidad, aunque con un
importante sesgo. Pero a la hora de comparar los datos de una misma especie en
biotopos distintos las citas/hora es un valor comparable mucho más real.
Este es un problema por que si se realizan
varios transectos en una misma zona con biotopos similares o un solo biotopo
uniformemente repartido y en un transecto aparece una especie y en otro no, se
supone que la especie estará presente en todo el territorio, pero en unos
transectos se la localiza y en otros no, esto depende del sustrato, de la época
o de la cobertura y es ajeno al rastreador.
Por lo tanto en este caso se deben sumar transectos positivos y negativos para hallar la media de la especie, pero, no sabemos si está presente. En muchas situaciones se puede presuponer sin error la presencia de ciertos animales, aunque no hayan sido localizados, pero en otras ocasiones no, esto si nos atenemos a una realidad como la actual en la situación de la naturaleza enla Europa occidental en
general o en la
Península Ibérica en concreto. Pero ocurre que la realidad no
esta correctamente enfocada, no digamos ya por la población en general, incluso
por muchos naturalistas con experiencia en mamíferos: Nadie imaginaba unos
corzos pastando en un barbecho de secano entre pequeños rodales de encinas o
pinos carrascos, ni en la pradera alpina y mucho menos en la estepa árida del
valle del Ebro; ni a los zorros jinetas o garduñas en parques urbanos, ni a las
nutrias en acequias de riego o en canales de drenaje de campos de cultivo, para
bajar el nivel freático y poder cultivar, cubiertas de carrizo y con
prácticamente cangrejo rojo como único alimento; o bañas de jabalí en una
laguna endorréica con el arbusto más cercano a 1 o 2kms, etc. Esto en cuanto al
biotopo. En cuanto a la expansión actual de muchas especies de mamíferos hay
que tener en cuenta la presencia en muchas zonas de mamíferos que todavía son
desconocidos en esa zona, lo que puede llevar a desestimar muchas citas por
considerarlas erróneas.
Por lo tanto en este caso se deben sumar transectos positivos y negativos para hallar la media de la especie, pero, no sabemos si está presente. En muchas situaciones se puede presuponer sin error la presencia de ciertos animales, aunque no hayan sido localizados, pero en otras ocasiones no, esto si nos atenemos a una realidad como la actual en la situación de la naturaleza en
Por lo tanto al realizar transectos aislados,
o aunque sea en una zona cercana en biotopos distintos, si una especie no
aparece no quiere decir que no esté presente.
Se podría partir de un listado de especies
potencialmente presentes en cada zona, pero no sabemos cuales son en muchos
lugares a priori.
Datos de 64 rastreos, 613 citas y 38 horas
entre 2001 y 2008 en distintos biotopos:
Los tiempos en negrita son anormales, en unos
casos por falta de huellas, en otros por falta de excrementos de las especies
que marcan y en otros por la falta de estos dos rastros. En el caso del soto de
Juslibol la falta de rastros de zorro, jineta y garduña eleva mucho el coste de
tiempo y baja mucho los resultados, algo similar ocurrió en Canfranc
(agosto-septiembre de 2007), prácticamente no se localizaron excrementos de
zorro y martes, ni huellas de ninguna especie. En el secano de Juslibol
prácticamente no había conejos en el momento del estudio (2001), en 2007 eran
abundantes y los resultados hubieran sido totalmente distintos.
En Canfranc la abundancia de corzo dispara la
cantidad de citas encontradas y en la pradera las hozaduras del jabalí, en
cambio la falta de huellas y excrementos dan como resultado datos testimoniales
de zorro y martes, así como los datos del ciervo, pues el rastreo se realizó en
la Garcipollera
con una gran población, pero la falta de huellas da como resultado una media de
45 minutos. Los datos de Borja son elocuentes de una situación en que zorro y
garduña marcan con excrementos, a pesar de que no se localizaron huellas, a
excepción del fino polvo de un entrante en la roca.
Las medias de tiempo/cita están algo segadas
en el presente cuadro, porque a lo largo de los años en que se han ido
realizando estos transectos se ha ido variando y mejorando la metodología y en
su momento no se tomaron los datos adecuadamente, debido a esto no se han
podido añadir 86 citas del primer sondeo de Tejón ni las 357 citas del estudio
de los mamíferos del término municipal de Zaragoza (1997-99)
Cada valor corresponde a un transecto.
En esta gráfica se comparan 12 transectos de
distinta duración en zonas esteparia cercanas a Zaragoza. Tiro de Bola es un
lugar con una gran presión humana y bastante degradado, aunque podría haber
mucho más conejo, se realizó un transecto de 2 horas en 1, 1 de una hora
en 2 y 3 de media hora en 3. IKEA es una parte del pinar anexo a
Tiro de bola pero con menor presión humana y una vegetación en mejor estado, se
realizaron 3 transectos de media hora. Y Cra. Valmadrid es una zona bastante
tranquila con la vegetación mejor que en las anteriores, sin grandes diferencias,
pero con un sustrato fácilmente excavable a diferencia de los primeros que son
de grava, se realizaron dos transectos de media hora. Por el motivo que sea,
que no parece ser explicado por la calidad del medio esta zona de la carretera
de Valmadrid ha sido históricamente uno de los puntos de mayor densidad de
conejos de Aragón, el costo en tiempo es más que significativo.
También son muy significativos los
resultados de los dos transectos de Sentmenat. Se rastreo 4 transectos de media
hora en la misma zona, 1x2kms aprox., una hora en pinar de pino silvestre más o
menos degradado y mezclado con encinar con un 100% de cobertura arbórea de
árboles de varios metros. Otra hora por encinar/robledal en regeneración con
claros y campos de cereal de secano entre medio y árboles de medio y bajo
porte.
En los 5
transectos en los alrededores de Zaragoza las citas de conejo extrapoladas a
una hora son de 0-0-2,66-9-139.
En el caso del
transecto que da como resultado 139 excrementos y escarbaduras (Crrta Valmadrid),
prácticamente eran un rastro continuo; la cantidad de huras era enorme y las
huellas dependían de la parte del transecto en las que se recorría bordes de
campos de cereal de secano que estaban repletos de huellas y en menor medida de
escarbaduras.
Los datos
del zorro en Tiro de bola, IKEA y Aguarón son totalmente anormales,
especialmente en los dos primeros donde había suficientemente sustrato en buen
estado para que hubieran aparecido huellas, máxime cuando los transectos se realizaron
a lo largo de varios meses, entre octubre de 2007 y enero de 2008. Conociendo
la zona la conclusión es que algo le ha pasado a esta población de zorros. Algo
similar ocurre con los datos de la estepa de Juslibol.
Los
relativamente bajos datos de zorro en Doñana se deben en buena medida a que era
una zona con presencia de linces y los zorros evitan estas zonas. En la zona de
la EXPO , sotos y
regadíos de Juslibol los datos medios reflejan zonas con gran presión humana y
baja calidad del hábitat.
Los datos
de Tiro de Bola, IKEA, Juslibol estepa y Valmadrid son consecuentes pues el
tejón rara vez se localiza en el secano, especialmente si está muy degradado
como es el caso. En Aguarón el bosque está muy aclarado y tanto este como Borja
son lugares secos y además el sustrato estaba muy seco. Los datos de Juslibol
regadío también son consecuentes con la poca ocupación del tejón de este medio.
Pero son interesantes los datos de la Almozara , pues no es muy usual encontrar tantos
rastros en el regadío, en este caso se unía a un soto empobrecido del Ebro y
algunos rincones interesantes
Los datos de la zona de la Expo son muy curiosos, esta
es la margen derecha del Ebro, la más humanizada y no existe vegetación natural
para encamar, por lo que los jabalíes solo cruzan a esta margen en verano,
cuando los campos de maíz están crecidos y pueden refugiarse en ellos. Una vez
el maíz es segado, los jabalíes vuelven a cruzar el Ebro y se van a la margen
izquierda. En esta zona los maizales habían sido segados hacía 3 meses y las
huellas de jabalí eran testimoniales. Si los transectos se hubieran realizado
con el maíz sin segar los datos hubieran sido similares a los de Juslibol, o al
menos no tan dispares.
Ejemplo práctico 1 Biotopo (Los mismos tres transectos durante 2 años)
!Se presentan en primer lugar el seguimiento de los años 2012 y 2013 utilizando como medida el tiempo!, seguidamente los años 2014 y 2015 utilizando como medida la distancia.
!Se presentan en primer lugar el seguimiento de los años 2012 y 2013 utilizando como medida el tiempo!, seguidamente los años 2014 y 2015 utilizando como medida la distancia.
El presente
estudio se ha realizado a lo largo de 2012-13 en las mismos recorridos utilizados para el conejo
* Datos en negro=citas/hora
* Datos en rojo= Puntuación/hora
Senda Pista Vides
Puntuación 86,65 147,68 146,77
Citas/hora 47,17 84,43 102,96
_________
Citas/hora Sin huellas Sin huellas
Conejo 3,01 65,65 (64,11) 74,56 (55,77)
Carnívoros 10,03 11,11 10,12
Jabalí 20,20 4,11 16,96
Ardilla 8,69 1,53
Años 2014 y 2015
3 Comentarios a cada
especie y tipo de rastro
A)
Especies para las que la metodología es idónea
Conejo
Los rastros del conejo también
son muy representativos de su presencia. Debido a que deja distintos tipos de
rastros (excrementos aíslados o en pequeños grupos, letrinas, escarbaduras y
huellas) y además son abundantes permite unos datos bastante reales. Incluso en
el caso de que falle el sustrato descontando las huellas y contando solo con el
resto de los rastros los datos siguen siendo muy útiles, lo que permite comparar
al conejo en trabajos realizados en distintos biotopos.
a)Excrementos
La abundancia de conejos y de sus
excrementos está muy correlacionada ya que los dejan en lugares visibles, sea
en las letrinas, en las escarbaduras o en pequeños grupos. A la hora de anotar
los rastros del conejo se tendrá en cuenta que los excrementos que acompañan
una escarbadura no cuentan, solo la escarbadura. La letrina es un rastro y los
grupos o excrementos aislados otro.
b)Escarbaduras
Aunque suelen escarbar mucho y
donde hay mucho conejo hay mucha escarbadura, no siempre es así y en ocasiones
tan apenas aparecen las escarbaduras, especialmente cuando la densidad de
conejos es baja.
No se que finalidad tienen la
escarbadura pero desde luego no es alimentarse, por lo que solo parece caber
una posibilidad: marcaje territorial. Las citas se anotarán como “suelo”.
c)Cados
Los cados son fáciles de ver
cuando la vegetación arbustiva no es muy espesa, de lo contrario hay que
buscarlos por que no se les ve a simple vista. También ocurre que hay lugares
con presencia de conejo pero con un sustrato inadecuado para excavar, por lo
que los conejos “encaman” entre vegetación espesa como zarzales.
Por lo tanto los cados se
prestan a importantes variaciones estadísticas, aunque en general es un dato
comparable, exceptuando las zonas donde encama en la vegetación.
d)Ejemplares
Donde es abundante el conejo se
le ve, en ocasiones mucho. Este si que es un dato que guarda una correlación
con la abundancia de conejos y por lo tanto es un buen dato comparativo.
Ardilla
a)Alimentación
Los rastros de piña y avellana
encontrados son muy representativos de la presencia y de la abundancia de la
ardilla.
En bosques de roble, encina, o
haya requeriría estudios sobre los rastros que deja, pues no parece haber nada
publicado al respecto, pero en los pinares y abetales sus datos son muy
representativos de su abundancia, lo que permite una perfecta comparación de
trabajos en distintos biotopos. Se tendrá en cuenta que solo se anotan las
piñas recientes, se aprecia en el color.
b)Nidos
Los nidos no son un rastro
representativo pues son muy difíciles de localizar.
c)Ejemplares
Si se pasea con mucha
atención y el oído atento se puede ver de vez en cuando una ardilla, pero al
igual que con los nidos también es un dato poco significativo y teniendo en
cuenta que los rastros de alimentación son muy sencillos de localizar no merece
la pena buscar nidos o ejemplares para valorarlos en los transectos.
B) Especies para las que la
metodología es funcional
Jabalí
El resultado de los transectos
para el jabalí es muy similar, al margen de las circunstancias, por el tipo de
rastros que deja y su gran tamaño. Deja muchos rastros y son vistosos. Lo que
en algunas zonas permite interpretar los movimientos estacionales, caso del jabalí
en la margen derecha del Ebro en los alrededores de Zaragoza capital, en alta
montaña o en zonas de cultivo apetecibles para él. Pero sus rastros más
representativos son demasiado aleatorios.
a)Excrementos
Son rastros difíciles de
encontrar, a pesar de la abundancia del jabalí y de ser una especie omnívora,
por otra parte no suelen estar en las sendas.
b)Huellas
Las huellas son el rastro más
aleatorio y depende mucho del sustrato y de la humedad, aunque en mucha menor
medida en el jabalí que en otros mamíferos, pues su tamaño deja huellas
visibles donde zorros, jinetas o garduñas no dejan la más mínima traza de su
paso.
También deja muchas huellas en
las hozaduras pero estas no las tendremos en cuenta pues prácticamente en todas
aparecen huellas, a diferencia de escarbaduras de zorros o tejones donde solo
en algunas ocasiones se puede apreciar la huella del autor. De la misma forma
que en escarbaduras de otros mamíferos el rastro que cuenta es la escarbadura,
no el excremento o la huella que le acompañe, pues es algo casual.
c)Marcas en árbol
No varían su presencia ni en el
tiempo, ni en el espacio, más allá de que sean marcas recientes o antiguas
(meses). Muchas marcas recientes nos indican un uso intenso en el momento del
rastreo, las viejas de un uso hace meses o incluso años (lo mismo sirve para
las hozaduras o bañas reconocibles).
Ambas, marcas viejas y nuevas,
pueden aparecer mezcladas en el mismo transecto o alternándose en distintos, La
presencia de ambas es significativo de la presencia de la especie, pues hay que
tener en cuenta que este animal se mueve en zonas distintas en épocas distintas
del año.
Meloncillo
La practica imposibilidad, o al menos la necesidad de una gran experiencia, para diferenciar las huellas de lobo y perro no permite llevar unos datos dudosos a una estadística.
En alguna ocasión es posible
encontrar muchas huellas u hozaduras y ninguna marca en árboles, aunque esto no
suele ser lo usual. Los datos de Sant Llorenç de Savall son muy curiosos, se
realizaron dos transectos en una misma senda que ascendía unos 400 metros de desnivel,
en la parte baja tan apenas apareció algún rastro de jabalí, pero llegado un
punto el bosque estaba arado de hozaduras, pero en ninguno de los dos
aparecieron rascaderos. En cualquier caso es un caso anecdótico la falta de
rascaderos, no así las hozaduras que dejaban bien claro que el jabalí se estaba
centrando en la parte alta. De todas forma muchas rascaduras pasan desapercibidas
al no descortezar los árboles y solo una pequeña parte aperecen en sendas.
d)Bañeras
Las bañeras tampoco parecen verse
afectadas por factores de ningún tipo, los jabalíes parecen bañarse en
cualquier época del año (esto habría que estudiarlo) y las bañas duran meses
siendo reconocibles. Al igual que las marcas en árbol solo se aprecia la
presencia de bañas recientes o antiguas, mostrando la preferencia temporal por
una zona u otra. Este rastro se ve profundamente influenciado por el tipo de
suelo, así mientras se pueden localizar varias bañeras en un rato en zonas con
un sustrato adecuado (tierra, arcillosa o no) donde el sustrato es arenoso
prácticamente no se encontrará ninguna. En Baronia del Mar no se encuentran
bañeras en una gran extensión, pero en una pequeña zona donde se amontonó
tierra de una antigua cantera se encuentra un auténtico SPA. Este es la
concentración de bañeras más espectacular que conozco, con las dos bañeras más
grandes conocidas acompañadas de unas cuantas más pequeñas.
Marcas en árbol y bañas son
rastros que permiten datos comparables, sin verse afectados, tan apenas, por
factores aleatorios y el error estadístico es mínimo. Pero ambos rastros
aparecen poco en las sendas lo que los hace relativamente representativos.
Las bañas se anotarán como rastro
específico y no en el apartado “suelo”, por su especifidad.
e)Hozaduras
En gran medida también permiten
obtener datos estadísticamente fiables. Pero aunque siempre es posible
encontrar hozaduras, es verdad que la presencia de éstas está bastante
influenciada por factores ecológicos y hozan más en determinadas épocas. Dentro
de que hozan más en unas épocas que en otras también hozan más en unas zonas
que en otras, esto se puede ver en muchos recorridos (Sant Llorenç de Savall).
El factor ecológico es importante
pues en años de mala montanera, malos años, se pueden apreciar muchas más
hozaduras, especialmente en prados de pasto o siega.
f)Piedras
Las piedras vueltas en busca de
comida es un rastro raro de encontrar, aunque en algunas zonas puntualmente
puede ser relativamente numerosa su presencia. Por su escasa y aleatoria
presencia no es un rastro estadísticamente significativo. Se anotará en el
apartado “suelo”.
g)Camas
Este rastro se presta más a unos
datos que representen poco la realidad pues hay zonas donde es
relativamente fácil encontrar una o
varias camas, incluso muchas (pinar de pino negro en Rioseta, Canfranc y en
general cualquier lugar poco humanizado con un roquedo) y otras donde es prácticamente
imposible (valle del Ebro y cualquier zona muy humanizada donde se refugian en
zarzales o en el caso de grandes ríos en las islas)
Corzo
a)Huellas
Como animal de buen tamaño sus
huellas dejan señal incluso en suelo relativamente duro, pero hay que tener en
cuenta que en zonas boscosas no resulta fácil encontrar barro donde pueda haber
huellas. En este momento en el que el corzo ha salido de las zonas boscosas a
lugares más abiertos, sus huellas son más fáciles de localizar.
Es un rastro comparable, teniendo
en cuenta las circunstancias del sustrato.
b)Excrementos
No resultan fáciles de localizar
en zonas con abundante vegetación, pero son fáciles de reconocer. Es un rastro
comparable.
c)Marcas
en árbol
El corzo no pasa desapercibido,
especialmente cuando la población es relativamente numerosa. Deja una gran
cantidad de marcas en los árboles, en dos épocas distintas y de forma
claramente distinta. Por un lado la escodadura, cuando se desprende del
“terciopelo” en el que han crecido envueltas las cuernas. Utiliza muchas
variedades de árboles y arbustos, con predilección por pinos y abetos muy
jóvenes de entre uno y dos metros de altura. Seguidamente se dedica a marcar en
árboles más gruesos, de hasta 20cms de diámetro, y preferiblemente en árboles
de corteza lisa como hayas, álamos temblones o arces.
Ambas marcas son perfectamente
reconocibles y numerosas, especialmente en determinados lugares. Este tipo de
marcas suele estar acompañado de arañazos en el suelo, pero este rastro no se
tendrá en cuenta en la estadística, al igual que las huellas que acompañan una
escarbadura de zorro o jabalí, excepto en el caso de que el arañazo este
aislado, no acompañando una marca en árbol. El rastro que interesa es la marca
en el árbol, el arañazo va unido, al igual que las huellas o excrementos que
acompañan hozaduras o escarbaduras.
Solo se anotarán las marcas
recientes, de la temporada.
Es un rastro muy adecuado para
comparaciones entre poblaciones y biotopos.
Hay que tener en cuenta que
marcan especialmente en la orilla de las sendas, frente al bosque y que en
determinadas zonas llamados “Pelaos” (Mateos-Quesada) aparece una gran cantidad
de árboles marcados en un espacio reducido. Estos pelaos pueden recibir
tratamiento puntual o bien ser incluidos dentro del transecto en el minuto que
cueste atravesarlo. No es usual encontrar estos pelaos o reconocerlos si no se
presta atención, pero son muy llamativos
d)Camas
Este rastro es un problema, pues
hay autores que aceptan que el corzo hace camas arañando el suelo, parecen
arañazos territoriales, y otros que no. Mi experiencia de años me dice que
ambos tienen razón, pues de la misma forma que he rastreado intensamente zonas
de corzo sin encontrar camas, en otras he visto unas cuantas en poco rato. Hay
que ser prudentes pues una cama y el rastro de los arañazos se parecen mucho.
La tierra “chafada” y la presencia de pelos, no siempre, les diferencian.
Ciervo
a)Huellas
Como el corzo.
b)Excrementos
Como el corzo.
c)Marcas
en árbol
Como el corzo, pero las marcas
después de la escodadura son menos numerosas y llamativas, excepto cuando unen
rascadero, arañazos en el suelo y en la corteza, aunque este es un rastro muy
raro. Pero de forma similar al corzo hay lugares especiales donde el ciervo
concentra muchos árboles marcados.
Cabra
montés
El principal problema al estudiar
rastros de cabra montés radica en que en contados lugares no convive con el
ganado doméstico. Se puede realizar los transectos por zonas de cabras en las
épocas en que el ganado no está en el monte, lo que garantiza la clasificación
correcta.
a)Huellas
Las huellas se atienen a las
mismas normas que el resto, la calidad del sustrato.
b)Excrementos
Deben ser recientes (días o pocas
semanas) para diferenciarlos claramente de los de ganado que hubiera pastado en
la zona semanas atrás y para que los datos sean comparables con zonas donde no
hay presencia de ganado.
Son relativamente representativos
de la densidad de animales.
c)Ejemplares
A la cabra se le ve, en ocasiones
mucho. Este si que es un dato que guarda una correlación con la abundancia de
conejos y por lo tanto es un buen dato comparativo.
Tejón
a)Letrinas
Es una rastro relativamente
costoso de encontrar por lo que no es importante estadísticamente, pero sí que
es un rastro que aparece de forma más o menos uniforme en cualquier biotopo
dependiendo de la abundancia de tejones, por lo que es estadísticamente
comparable.
b)Huellas
Las huellas son el rastro más
común del tejón, al ser unas patas y especialmente unas uñas tan grandes dejan
marcas incluso en sustratos relativamente duros.
Como en el resto la cantidad de
huellas dependerá del sustrato.
c)Escarbaduras
Son un rastro, en principio poco
significativo, pues o no dejan una huella para reconocer al autor o no resulta
fácil diferenciarlos del zorro, aunque a simple vista se diferencian mucho las
manos de zorro y tejón en el campo hay que tener mucha experiencia para
diferenciar las marcas de las uñas, a parte, por experiencia propia, aunque
resulte extraño a menudo en las escarbaduras del tejón no hay rastro de las
uñas. Otro factor es que varían mucho la cantidad de escarbaduras dependiendo
de la época, pudiendo localizarse decenas en poco espacio o ninguna.
Por lo tanto es un rastro poco
significativo y no comparable.
Cualquier cita de este tipo se
anotará como “suelo”.
d)Tejoneras
La tejonera tampoco resulta un
rastro estadísticamente significativo en los rastreos pues no aparecen en
cantidad, aunque a veces si que se localizan varias en un mismo rastreo.
Por otra parte encontrar
tejoneras depende mucho del biotopo donde se busca, a igual cantidad de
tejones. En lugares humanizados tienen poco donde escoger y resulta fácil
encontrar tejoneras, pero en el monte con buena cobertura es bastante difícil.
En general al tejón no le gusta
que se vea la tejonera y por norma suele esconderla.
Las tejoneras en uso se
contabilizan en la estadística pero las abandonadas no.
Por lo tanto la diferencia de
coste en localizar tejoneras en unos biotopos u otros hace que este rastro sea
no comparable y su escasa presencia en lo resultados poco significativo.
Aunque sí se pueden comparar
distintos trabajos, realizados en zonas similares o repetidas en una zona
concreta, específicos.
Zorro/garduña/marta
a)Huellas
Las huellas son un rastro
bastante común de estas tres especies con un sustrato adecuado. Sus datos son
comparables, teniendo en cuenta la situación del sustrato.
b)Excrementos
Los excrementos de estas tres
especies son muy representativos y útiles, pero su presencia es demasiado
aleatoria pues no marcan con la misma intensidad a lo largo del año, pudiendo
representar un porcentaje altísimo de citas o ser meramente anecdóticos.
Los excrementos no son
comparables entre situaciones de marcaje distintas debido a lo aleatorio de su
presencia, pero, por un lado pueden permitir ayudar a conocer la fenología del
marcaje y por otro sí que se prestan a una comparación los datos de los
transectos en los que si marquen estas especies o en los que no marquen,
evidentemente los datos totales del transecto se ven muy afectados. Las
letrinas de la garduña son un rastro extraordinariamente escaso, fácilmente
diferenciables de las de la jineta, por lo que no son en absoluto
significativas.
Existe mucho valiente
diferenciado excrementos, yo debo ser muy corto, pero en unos cuantos años me
he ido encontrando no solo con excrementos muy raros de zorro, marta o garduña,
también con alguno, de vez en cuando, de tejón o de jineta donde no les
corresponde (esto ha costado tiempo averiguarlo), por no nombrar la enorme
confusión entre zorro y gato en determinadas circunstancias.
c)Escarbaduras
Zorro igual que tejón.
d)Zorreras
Igual que las tejoneras, salvo
que el zorro tiene menos problemas a la hora de ubicar la zorrera y no le
importa en zonas con poca cobertura. En general son más fáciles de ver que las
tejoneras.
Lince
a)Huellas
Las huellas son un rastro
bastante común con un sustrato adecuado al ser un animal de cierto tamaño. Sus
datos son comparables, teniendo en cuenta la situación del sustrato.
Evidentemente el tamaño de la huella se presta a confusión, pues la huella de
un gato montés adulto y grande y la de un lince jóven o no muy grande se pueden
confundir.
b)Excrementos
Las letrinas del lince son
fácilmente localizables, se mantienen en el tiempo y están relacionadas con la
densidad de población.
Por lo tanto es un rastro fiable
y comparable, sin confundirlo con el meloncillo.
Meloncillo
a)Huellas
Las huellas son un rastro
bastante común con un sustrato adecuado al ser un animal de cierto tamaño. Sus
datos son comparables, teniendo en cuenta la situación del sustrato.
b)Excrementos
Las letrinas son fácilmente
localizables, se mantienen en el tiempo y están relacionadas con la densidad de
población, pero hay que tener clara la diferencia con el lince.
Por lo tanto es un rastro fiable
y comparable
Jineta
a)Huellas
Las huellas son un rastro
bastante común con un sustrato adecuado. Pero existe una notable diferencia en
la cantidad de huellas localizadas en el monte o en los sotos. En los primeros
no es un rastro muy usual, pero en cambio a la jineta le encanta recorrer las
orillas de ríos cerca del nivel del agua, que cuando va bajando, va dejando una
lámina de barro donde la jineta deja gran cantidad de huellas.
Por lo tanto sus datos son
comparables solo en biotopos similares.
b)Excrementos
Las letrinas de la jineta
generalmente son fáciles de localizar, se mantienen en el tiempo y están
relacionadas con la densidad de población.
Por lo tanto es un rastro fiable
y comparable, aunque requiere un cierto esfuerzo extra en distintas ocasiones
para localizar las letrinas, dependiendo, sobre todo de la fisonomía y la
vegetación del entorno.
Los cortados, especialmente
calizos o yesosos, son un polo de atracción para la jineta y es casi
inimaginable no localizar una letrina, lo normal es varias. Los cortados, por
su especificidad, se tratan como “sondeos puntuales”.
Nutria
Si dentro de un transecto se
revisa una zona palustre y aparecen rastros de nutria se anotan como una
especie más, pero la nutria tiene su propia metodología que ha demostrado
suficientemente su utilidad para estudiar amplias zonas, pero su inutilidad a
la hora de someterse a una estadística.
Las huellas dependen totalmente
de las subidas y bajadas del nivel del agua y del tipo de orilla y los
excrementos del capricho del animal. Se precisan gran cantidad de datos para
que los resultados sean válidos, por ejemplo los sondeos a lo largo de varios
meses.
C) Especies para los que la metodología no es funcional
Liebre
No resulta fácil de localizar a
la liebre sin experiencia, pero los datos, aunque escasos, son representativos
y comparables.
a)Huellas
Como en conejo
b)Excrementos
Como en conejo, pero requiere
algo más de experiencia. En el caso de excrementos aíslados no representa un
problema diferenciarle del conejo, pero hay que ser prudente con las letrinas
de la liebre.
c)Camas
No resulta fácil dar con las
camas de la liebre, requiere experiencia y bastante esfuerzo, por lo que
dedicándoles un esfuerzo específico son datos interesantes a la hora de
comparar distintas poblaciones de liebre o en distintos biotopos, pero para la
metodología de rastreo no es un rastro significativo, entre otras cosas por que
tampoco las coloca en la orilla de las sendas.
Marmota
La mezcla de huellas, pero sobre
todo de ejemplares, excrementos y marmoteras permite obtener unos datos muy
representativos y comparables de la marmota. Aunque en un animal diurno y fácil
de ver y oír no merece la pena rastrearlo, teniendo en cuenta que la pradera
donde vive no es un medio adecuado para ver huellas y el resto de rastros, letrina
y marmoteras hay que buscarlas de exprofeso generalmente.
a)Huellas
Al vivir en la pradera alpina las
huellas de marmota no resultan numerosas, excepto en las zonas por las que
circula un riachuelo, hay ibones o sendas.
Sus datos son comparables, teniendo en cuenta
la situación del sustrato.
b)Excrementos
Son un rastro fácil de encontrar
en un transecto normal, con una ubicación predecible y sin dificultad en su
clasificación. Es un rastro comparable.
c)Marmoteras
A diferencia de zorreras, tejoneras
o camas de corzo, liebre o jabalí, las marmoteras son fácilmente localizables e
incluso visibles a distancia si están recién excavadas, cuidado no confundirlas
con zorreras.
d)Silbidos
Los silbidos no se computarán
para la metodología pues es un rastro muy aleatorio, además dependiendo de la
fisonomía del terreno puede llegar a escucharse a varios kilómetros y ser muy
numerosos en determinados momentos.
Gato montés
Se parte de una máxima que no
parece cuestionable ¡es imposible deiferenciarle del doméstico! Y el tamaño no
sirve, solo podemos tener una cierta certeza si
la zona esta muy alejado de un núcleo urbano y en el caso del gato
doméstico un núcleo urbano puede ser una sola casa a 500metros. Pero este animal
plantea otros dos problemas, primero no le gusta el barro y resulta difícil ver
sus huellas, excepto en la nieve. Segundo, sus letrinas no son nada fáciles de
localizar y cuando deposita los excrementos en sendas son confundidos con los
del zorro.
a)Huellas
Las huellas son un rastro bastante
común con un sustrato adecuado al ser un animal de cierto tamaño. Sus datos son
comparables, teniendo en cuenta la situación del sustrato.
b)Excrementos
Las letrinas del gato y en
general los excrementos son muy polémicos pues ya se ha demostrado el gran
porcentaje de error al diferenciar gato de zorro.
Requiere experiencia clasificar
excrementos de gato, pero sobre toda una información clara y veraz de los
excrementos del gato.
Se mantienen en el tiempo y están
relacionadas con la densidad de población, pero no son fáciles de localizar.
Por lo tanto es un rastro fiable
y comparable pero escaso y requiere experiencia.
Visones, turón
Las huellas de estas especies
solo se localizan en la orilla de los ríos por lo que es un rastro de
característica similar al de la nutria, pero no se puede diferenciar las
huellas de estas tres especies en lugares donde coinciden, por lo que no es un
dato estadísticamente comparable, solo sirve para saber que una o varias de
estas especies están presentes. En el caso de rastros de turón en el monte se
puede asegurar la especie, pero es muy escaso.
Los excrementos no son fáciles de
localizar y los de ambos visones se pueden confundir, por lo que no es un
rastro comparable.
Comadreja, armiño
Los rastros de estas dos especies
no son fáciles de localizar, a parte de por su tamaño, por el hecho de que no
salen mucho a campo abierto fuera de la protección de la vegetación. Y no se
puede afirmar a que especie pertenece la huella, excepto en los armiños más
grandes.
Son datos testimoniales dentro de
los transectos.
Erizo
Los rastros que se localizan en
el campo no son en absoluto representativos de la densidad de erizos y de no
ser por las carreteras sería un animal que pasaría absolutamente desapercibido.
No deja tan apenas huellas por el motivo que sea y sus excrementos no son
fáciles de localizar y menos de clasificar. Cuando ha comido caracolas o
insectos dejan sus restos muy triturados y esto es una característica, pero
cuando ha comido frutos o carne no se diferencia mucho del de la garduña.
Por lo tanto los datos de erizo
son anecdóticos, poco fiables y necesitan experiencia.
Oso
La escasez natural de esta
especie no permite encontrar muchos rastros. Precisa de una metodología propia
y de transectos específicos.
Lobo
La practica imposibilidad, o al menos la necesidad de una gran experiencia, para diferenciar las huellas de lobo y perro no permite llevar unos datos dudosos a una estadística.
En el caso de los excrementos
dependiendo del contenido se les puede diferenciar de los perros urbanos, pero
no del de algunos pastores.
4 Pros y contras
Una premisa importante es que los
rastros, reconocimiento, ubicación, fenología, etc. han sido muy bien
estudiados en algunas especies, pero no así en otras, por lo que sería fundamental
realizar trabajos específicos para que esta metodología adquiera su verdadera
utilidad en el estudio de los mamíferos.
Contras:
1º El encontrar rastros depende
de la competencia del rastreador, pero rastreadores competentes encuentran, más
o menos, lo mismo, pero también depende de la diferente dificultad de encontrar
rastros en biotopos distintos, o sea, es mucho más fácil ver los rastros en
unas condiciones de suelo y cobertura vegetal dadas, que en otras.
2º La presencia de huellas
depende totalmente del sustrato y del estado de este. Tanto un mal sustrato,
grava, hierba o roca, como una larga época sin lluvia, aunque el sustrato sea
bueno (tierra), impiden encontrar huellas, pero siempre hay puntos muy
concretos donde aparece alguna huella. Rastreando después de una lluvia, por lo
menos moderada, se evita este problema en parte y se uniformizan los datos
estadísticos al encontrarse huellas incluso en sustratos más inadecuados.
3º Los excrementos en las
especies que marcan con ellos son un problema, pues los resultados de un
rastreo pueden variar en un 100% dependiendo de la época o del lugar, incluso
en zonas cercanas. Ocurre algo similar con algunas escarbaduras, por lo que
resulta difícil comparar datos a menos que no sean en circunstancias similares.
4º Las huellas de los visones y
del turón no se pueden diferenciar, ni las de comadreja y armiño, gato casero y
montés si éste no es muy grande.
5º Algunos animales son abundantes y no
dejan apenas rastros, caso del gato o el erizo. Los datos sí que son
comparables intraespecificamente, pero al comparar biotopos no es lo mismo un
grupo de especies que dejan muchos rastros en comparación con otra zona donde
hay varias especies que no los dejan.
Por lo tanto a la hora de
comparar los datos solo resultan equiparables dentro de una misma especie, al
darle una puntuación a un biotopo hay que sumar distintas especies que resultan
difícilmente comparables entre sí. Al comparar biotopos distintos las especies
equivalentes pueden servir para compararlos, especies clave. Pero cada especie
es distinta y muchas citas de zorro, tejón y meloncillo pueden hacer parecer
más rica una zona, pero si introducimos un lince la estadística gana con una
especie y sus rastros, pero pierde un montón de citas y tipos de rastros de los
anteriores ya que la presencia del lince reduce notablemente su presencia.
Seguramente con el lince la puntuación del biotopo sería menor, pero
evidentemente la riqueza mayor.
Por lo tanto seria necesario
hallar las equivalencias entre especies distintas, pero diferenciandolas en
tres grupos claramente distintos: carnívoros, ungulados y
roedores-lagomorfos-erizos y buscando una serie de especies clave.
Pros:
1º La primera aportación es la
presencia/ausencia de las especies en la zona de estudio y esto es más que
suficiente para que el rastreo se convirtiera en la principal metodología de
trabajo con la mayoría de los mamíferos. Un rastreo concreto puede producir
pobres resultados, varios y en distinta época empiezan a reflejar la realidad.
2º Los datos estadísticos
permiten comparar trabajos realizados en tiempo y espacio distintos, aunque
requieren afinarlos con la práctica.
3º Comparando los datos de
distintas zonas podemos ver densidades relativas comparativas.
4º Comparando los datos de
distintas épocas o años en un lugar dado podemos ver la evolución de la
densidad relativa de las poblaciones en el tiempo.
5º Comparando los datos de una
especie dada podemos ver su abundancia relativa en distintas zonas y épocas y
su evolución.
6º Al ser una metodología
sencilla y al alcance de cualquier naturalista permite recopilar una
información muy superior a la actual de la distribución de los mamíferos y de
su realidad, especialmente en núcleos urbanos donde se considera, erróneamente,
imposible su presencia (ver “Mamíferos urbanos en Zaragoza, Sanz B., Galemys,
volumen 10, junio 2000).
7º Acercar los mamíferos a
cualquier persona con un poco de experiencia a diferencia de las otras
metodologías que no se encuentran al alcance de cualquiera.
8º El gran sesgo que suponen
distintos sustratos, coberturas o grado de defecación de los animales que
marcan con los excrementos solo lo es en caso de realizar uno o unos pocos
transectos en una época dada. Repetir un número de transectos cada cierto
tiempo, en las cuatro estaciones suma una serie de datos cada vez con menos
sesgo.
Comparación de resultados de distintos tipos
de metodologías
4ª Resumen
1º La medida es el tiempo.
2º Se anda a una velocidad de “paseo lento”, 1,5km/h
3º Se toman datos dentro de una franja de 5 metros .
4º Los transectos se escogen en función del terreno y de los lugares interesantes.
5º Se realizan transectos, pero en puntos especiales se hace un
“rastreo puntual sin que cuente el tiempo empleado.
Transectos
1º Los transectos parten de una duración base de 1hora, extrapolando
el tiempoempleado en los mismos cuando son de una duración de 15 o de 30 min.
2º Se toma como unidad de medida el minuto, o sea un mismo rastro solo se anota una vez por minuto aunque haya aparecido en varias ocasiones ( del mismo animal/mismo rastro).
2º Se toma como unidad de medida el minuto, o sea un mismo rastro solo se anota una vez por minuto aunque haya aparecido en varias ocasiones ( del mismo animal/mismo rastro).
3º El tiempo que se mide es el del desplazamiento, parando el
cronómetro mientras se analiza y anota cada rastro.
Condiciones para realizar los transectos
1º Los transectos se realizan a partir del 2º-3º día tras una lluvia,
y se evita realizarlos sustrato seco.
2º Se toman datos del sustrato 1-2-3-4
3º Se toman datos de la cobertura A-B-C
Anotación de rastros
1º Se toma nota de cada cita y del tipo de rastro encontrado.
2º Se toma cita de rastros distintos de un mismo animal aunque estén
juntos. En el caso de una escarbadura solo se cuenta esta y no la huella o el
excremento que le acompañe.
3º Las marcas en árbol solo se anotan si son recientes o del año.
Escarvaduras, bañeras, etc. o restos de alimentación (ardilla) también se
anotan solo si son recientes.
Datos estadísticos
Para especies:
1º Las citas se extrapolan a 1hora.
Para biotopos
1º Nº de citas
2º Nº de tipos de rastros
3º Nº de especies
4º La suma de nº de citas, nº de tipos de rastros y nº de especies
aportan la Puntuación
5º El valor total de todos los transectos se extrapola a una hora.
6º Se toman en cuenta los transectos negativos para hallar la media de
un biotopo, pero no para la media en el caso de comparar especies, a menos que
no se tenga la certeza de su presencia o ausencia.
7º Los datos se puede segregar en dos valores: 1º Abundancia (de
especies) 2º Variedad (de rastros y citas)
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